En los países mediterráneos el concepto de belleza es muy distinto al de los países asiáticos en los que se valora la tez muy blanca e impoluta, y por supuesto en un lienzo blanco la piel se ve más bonita. Sin embargo nuestra tradición de estar mucho más expuestos al sol y el bronceado del verano, con el que nos vemos más favorecidos, nos puede pasar factura. Y las clientas buscan remedio precisamente ahora, tras los excesos en los baños solares. Repasemos qué debemos saber para poder orientarlas mejor.
Está demostrado, el sol es uno de los principales motivos de envejecimiento de la piel. Por ello estéticamente, el bronceado, a partir de cierta edad, debería ser más moderado porque incluso llega a avejentar.
No debemos olvidar además que la piel tiene memoria y que, con el tiempo, esos excesos en la exposición solar se van a traducir en errores en la pigmentación, en manchas más o menos oscuras o difusas y en faltas de pigmento como pueden ser las pequitas o manchas blancas que aparecen con el paso de los años por pérdida completa de los melanocitos.
Tipos de manchas
Las manchas y la piel con tono poco homogéneo envejecen y afean la piel casi igual que lo pueden hacer las arrugas o la sequedad. Ya hemos comentado que uno de los principales responsables de la aparición de las manchas es el sol, pero éstas también pueden aparecer por otros motivos. Por ello, antes que nada deberíamos saber diferenciar el tipo de mancha, como los lentigos o los melasmas, para poder aconsejar el despigmentante correcto.
Lentigos: conocemos a los lentigos como manchas más puntuales, más o menos oscuras, y que pueden tener relieve o no. Por ejemplo, una mancha oscura que aparece de repente por haber tomado el sol, como podría ser una peca. O una mancha senil, que aparece por sí sola, pero con más frecuencia en personas que han tomado demasiado el sol durante su vida y sin la debida protección. Estas manchas suelen tener relieve y son el resultado de un acúmulo de melanocitos y de la disminución de la velocidad de renovación celular. También son las manchas que aparecen debido a quemaduras solares. Suelen disminuir por sí solas durante el año, pero cuando les vuelve a tocar el sol, reaparecen.
Melasmas: las consideramos manchas como más difusas. La piel se oscurece por diferentes motivos que incluso pueden ser diferentes al sol. Por ejemplo, el cloasma o melasma del embarazo, que aparece alrededor de la boca, mejillas y frente. También pueden deberse a factores como las hormonas ( por la ingesta de anticonceptivos), tanto por suplementos o cambios metabólicos hormonales. Hay personas que por el color de su piel tienen más tendencia que otras a que les aparezcan melasmas.
Cosméticos y fármacos fotosensibilizadores
Es importante recordar que hay cosméticos que en contacto directo con el sol pueden llegar a provocar manchas en la piel, como podría ser la vitamina C, los que fácilmente se oxidan, los que contienen perfumes o colorantes. Es por ello muy importante evitar usarlos cuando vamos a exponernos al sol directo.
También hay fármacos fotosensibilizadores. Uno de los principales, un antiacnéico como la isotretinoina, los diuréticos como la furosemida, algunos antidepresivos… Por ello aconsejo consultar al farmacéutico si estamos tomando algún fármaco, antes de tomar el sol. El filtro solar es imprescindible si se está tomando alguno de estos fármacos o nos encontramos en alguna de estas situaciones en las que es mas fácil que aparezcan manchas.
Cuando estamos bronceados las manchas quedan mucho más disimuladas e incluso algunos lentigos son hasta atractivos. Es cuando desaparece el bronceado que nos damos cuenta de las manchas y sus consecuencias.
¿Qué tipo de mancha es más fácil eliminar?
Los lentigos son mas difíciles de eliminar con cosméticos que el melasma, sobre todo cuanto más oscuros y antiguos sean.
Las manchas seniles, de las que tienen relieve, solo se pueden eliminar en el centro médico, por crioterapia o por laser. Además es preferible no tocarlas porque podrían sangrar. No debemos olvidar que aparecen en personas mayores y en ellas la piel es mucho mas frágil. De hecho cuando nos consulten por un despigmentante para uno o más de un lentigo lo más adecuado es primero observar si tiene el relieve irritado, el contorno irregular, sangra o si según la cliente ha modificado su tamaño. En cualquiera de estos casos, lo mejor es aconsejarle la visita a un dermatólogo.
Los melasmas y los lentigos más claros son donde los cosméticos despigmentantes van a ser mas efectivos. Si se trata de unificar el tono de la piel o aclararla, los despigmentantes tópicos son efectivos.Lo más importante es la constancia y sobre todo protegerse del sol cuando los estamos usando.
¿Qué cosmético despigmentante recomendar?
Hay una larga lista de productos efectivos, lo ideal es la combinación de varios de ellos. Generalmente dependiendo de las manchas y del tipo de piel de cada persona podremos aconsejar uno u otro, ya que cada principio activo tiene características específicas.
Hemos de tener en cuenta que casi todos los productos que tienen propiedades despigmentantes o blanqueadoras son también más o menos exfoliantes por sí mismos. Es por ello que debemos tener en cuenta la posibilidad de irritación de la piel.
Si además tratamos la piel con otro tipo de scrubs, el efecto será más potente y rápido pero también más irritante. En consecuencia debemos aconsejar un producto que calme esa irritación, si no queremos que la cliente abandone el tratamiento.
La melanina es la responsable de la aparición de estas manchas y por acumulo en la formación de cantidad de melanina o por acumulo de la cantidad de células que producen la melanina. Este pigmento, al ser oscuro, es el que va a formar la mancha. Por ello si eliminamos o disminuimos la cantidad de melanina que se produce, disminuimos en cierta medida los melanocitos de la capa más superficial de la piel, conseguiremos que desaparezca este pigmento y en consecuencia la mancha. Los diferentes productos actúan según el proceso de formación de la melanina o eliminando por exfoliación estos melanocitos llenos de melanina sobrantes. Es este el motivo por el que si se están usando estos productos y no tenemos la protección natural de la piel frente al sol o esta disminuida, es imprescindible usar un protector solar externo adecuado.
Entre las opciones más eficaces, a nivel cosmético, disponemos de diferentes tipos de compuestos que según su concentración van a ser más o menos efectivos:
Ácido kójico: es uno de los productos, junto el azelaico y la vitamina C, más habituales para mejorar y blanquear la piel. Lo encontramos muy a menudo en productos japoneses. Suele combinarse con la vitamina C para aumentar su efecto.
Ácido fítico: es otro de los compuestos habituales. Además de hidratante, resulta especialmente adecuado para pieles más grasas.
Ácido ferúlico: a concentraciones bajas es efectivo y combinándolo con la vitamina C funciona muy bien.
Vitamina C: por sí misma no es tan despigmentante. Sin embargo sí es ideal si la combinamos con otros despigmentantes ya que ayudará a que penetren mejor los activos, además de tener gran capacidad antioxidante. La aconsejaremos siempre que haya mucho fotoenvejecimiento cutáneo dada su capacidad de captar radicales libres.
Arbutina, alfa o beta: este componente actúa de forma similar a la hidroquinona (fármaco que solo puede recetar el dermatólo) pero que en bajas concentraciones también puede estar en productos cosméticos.
Ácido azelaico: es uno de los que se suele aconsejar para tratar el melasma. No se debe usar en embarazadas pero sí en personas con problemas de acné o rosácea. Para calmar la irritación, se suele añadir en la composición extracto de regaliz que actúa como una cortisona (sin serlo) ya que tiene mucho poder antiinflamatorio.
Aloe vera, manzanilla o azuleno ayudarán a compensar la posible irritación provocada por los componentes despigmentantes.
Estos productos se suelen encontrar en forma de serum, emulsiones ligeras o lociones. Los que son más concentrados, generalmente por el mero hecho de ser más ácidos, son mucho más estables en un producto no tan denso. Aunque también en cremas en combinación de otros activos antiarrugas, nutrientes, hidratantes y antioxidantes.
Lo último son los productos que llevan fermentos o probióticos. Éstos, además de hidratar la piel, tienen una ligera acción queratolítica con la que lograremos eliminar células muertas y homogeneizar el tono.
Cómo mejorar su efectividad
Debemos tener en cuenta que cuanto más antigua sea la mancha que vayamos a tratar, esta será a su vez más profunda y resultará más difícil y lento eliminarla. De hecho esta profundidad depende igualmente de la intensidad de la mancha y del tiempo que hace de su aparición. Por todo ello la clave de estos tratamientos es la constancia.
A medida que la piel se vaya renovando ésta va a ir apareciendo con menos mancha, hasta llegar a la primera capa que ya no la tendrá. Este es uno de los motivos por lo que muchos de estos componentes contienen en su fórmula ácido glicólico, cítrico u otro tipo de ácidos, dependiendo de la marca, para ir estimulando la renovación cutánea. El ácido cítrico estimula, entre otras cosas, la penetración de los activos.
La constancia y la cantidad de veces que se aplique, será proporcional a su eficacia, siempre que no irrite la piel. De hecho, la recomendación para que sea más efectivo es aplicarlo dos veces al día. La velocidad de desaparición de estas manchas será mas rápido, aunque es importante e imprescindible aplicar también un filtro de protección solar total y evitar en la medida de lo posible el sol. Es por ello que muchas recomendaciones son las de no tratar con estos productos en los meses de más sol. Es más seguro hacerlo en otoño e invierno.
Si solo se aplica por la noche igualmente se debe usar un protector solar. Hemos de tener en cuenta que la piel va a estar mucho mas desprotegida, de hecho estos productos están inhibiendo la producción de melanina, que es el protector natural de la piel frente al sol.
Los cosméticos despigmentantes se deben aplicar después de limpiar la piel y como primer producto. Si vamos a usar otros cosméticos, se deben poner encima de estos, una vez que se han absorbido o que no se perciban ya en la piel.
A no ser que el laboratorio fabricante lo indique especialmente no se deben aplicar en el contorno de los ojos, ya que suelen ser irritantes.
Es normal que algunas veces se produzca enrojecimiento e inflamación de la piel, ya que suelen ser ácidos y tienen una importante acción exfoliante. La piel se irá acostumbrando a su uso y la irritación será menor. Si después de las primeras aplicaciones la piel se irrita mucho es preferible descansar y volverlo a aplicar pasados uno o dos días, o más si fuese necesario. La efectividad del tratamiento dependerá de su duración, constancia en su aplicación y del alejamiento o protección frente al sol. Mientras se puede usar gel de aloe vera o una crema emoliente para calmar la irritación.
Algunos tratamientos pueden durar mucho más de tres meses para conseguir la eliminación de las manchas e igualar el tono de la piel.
Los productos despigmentantes son muy sensibles a la luz solar, es por ello hemos de procurar guardarlos alejados de la luz y bien cerrados para evitar su oxidación. Lo que se percibe porque cambian de color a más oscuro (tono tostado). En este momento, aunque algunos continúan siendo útiles es preferible tirarlos para garantizar la eficacia de los mismos.
Efecto rebote
Muchas personas hablan de que cuando dejan de usar los despigmentantes vuelve a aparecer la mancha, el dichoso efecto rebote. Esto suele ocurrir sobre todo cuando se están tomando fármacos como anticonceptivos, THS, o diuréticos ya que la piel está más sensible al sol. Es por ello que no se debe dejar de usar, aunque sea solo paseando, un filtro solar de alta protección cuando se toman farmacos fotosensibilizadores.
Podemos combinar terapias como el laser, junto con tratamientos despigmentantes cosméticos, ya que si el primer efecto del laser eliminará las manchas mas oscuras , el cosmético continuara con su función.
Sobre los autobronceantes, estos no afectan a las manchas de la piel ya que solo “tiñen” la capa mas superficial de la piel, la capa córnea. Sin embargo si nos aplicamos un autobronceante y un despigmentante este lo va a eliminar, es una tontería en consecuencia usar ambos productos a la vez. Durante el embarazo no es aconsejable usar estos productos despigmentantes aunque si se pueden usar otros para pieles sensibles que contengan fermentos lácticos, probioticos, vitamina C y extractos de plantas, sin dejar de usar del fotoprotector. El producto despigmentante se puede poner en toda la cara o solo en las manchas , dependiendo de la acción que busquemos. Los productos específicos para manchas localizadas suelen ser más exfoliantes y más potentes.