En el último año, hemos visto como nuestros muebles de colorido sufrían debido a la situación que nos ha tocado vivir. Momentos en el que el color pasaba a formar parte de un segundo plano, medidas como la utilización de la mascarilla o las restricciones sociales han dañado este eje que tantas alegrías nos daba.
Pero como quien sobrevive es quien se adapta al cambio, tenemos que adaptarnos a las nuevas exigencias y necesidades de nuestras consumidoras, reinventándonos día a día. Es por ello por lo que debemos hacer un esfuerzo extra a la hora de potenciar las ventas de maquillaje, ayudando a que este eje siga llenando de color nuestra cesta media.
Necesidades de la clienta
Identificar las necesidades de nuestra clienta es tarea primordial, conocer qué tipo de productos utiliza, texturas, tonos, acabados, etc. De esta manera podremos crear una línea de cosméticos en la que trabajar. Crear un diálogo en el que la consumidora se siente escuchada y comprendida, que vea que captamos a la perfección sus preferencias. La venta de cualquier cosmético se tendría que transformar en una “charla entre amigas”, añadiendo experiencias propias con ese producto e incluyendo opiniones de otras consumidoras. Demostrar tus conocimientos del tema ayuda a que se sienta tranquila a la hora de confiar en tus propuestas, háblale sobre los beneficios del producto, principios activos, aplicación experta o acabado final. Utilizar el cross-selling dentro del mueble de color es algo que nos puede ayudar a subir nuestra cesta media y satisfacer en mayor medida las necesidades de nuestra consumidora. En el caso de que quiera conseguir una mirada más luminosa, hay diversos productos como un corrector de ojeras, iluminador, lápiz beige para la línea de agua, una máscara de pestañas, una sombra beige mate o irisada, y porqué no, un contorno de ojos que le ayude a tener hidratada esa zona. Si nuestra clienta busca un maquillaje natural y bonito, podemos hablarle sobre la importancia de utilizar un sérum y una crema de día, ya que si la piel no está tratada el maquillaje no se luce igual, añadir una prebase hidratante y una base de maquillaje de acabado natural; terminando con un mist facial para ir refrescando el maquillaje durante el día. Por otro lado, si nos encontramos con una consumidora más experta, que quiere sacar todo el partido a sus ojos, contamos con una gran variedad de cosméticos, como prebases de párpado, sombras, prebases de máscaras de pestañas, máscaras de pestañas, pestañas postizas, lápices, delineadores, productos de cejas, etc.
Enséñale a utilizar el producto
La clave reside en la utilización del producto, hay que transmitirle a nuestra clienta que no es necesario ser maquillador profesional para sacarle todo el provecho al maquillaje. Si la enseñas a utilizarlo sin dificultad, la venta está asegurada. Invítala a tomar asiento, respetando las medidas de seguridad, y explícale paso a paso cómo tiene que utilizarlo, indicando zonas y maneras de aplicación. Además de comprobar lo fácil que resulta, verá el acabado final, lo que creará un clima de confianza y estará abierta a escuchar todas tus recomendaciones. Para ello, debemos disponer de materiales reutilizables, como aplicadores, bastoncillos o desechables. Es importante crear un entorno seguro, en el que ella se pueda relajar y dejar a un lado la situación. Consejos que conjuguen con la utilización de la mascarilla pueden ser un aliado: cómo sacarle más partido a tu mirada, aprende a enmarcar tus cejas, mantén la hidratación en los labios, maquillaje waterproof a prueba de mascarilla, y muchísimos servicios más que podemos reinventar día a día.
Fidelizar a la clienta
No debemos olvidar la importancia de la fidelización, y esto se consigue mediante la experiencia retail. Todo el proceso es importante, desde la recepción de la clienta hasta el cierre de la venta, satisfacer las necesidades de la clienta en todos los aspectos y ofrecerle un servicio experto va a hacer que vuelva a nuestro punto de venta y se convierta en una clienta fidelizada. Podemos mejorar la experiencia de compra con micro talleres de automaquillaje, charlas o diferentes tipos de micro eventos que podemos desarrollar en la zona de color. Al finalizar la compra, ofrécele formar parte de un programa de clientas, en el caso de que cuentes con él, invítala a volver a la tienda, y no olvides ofrecerle unas muestras adaptadas a sus necesidades para que pueda probar otros productos que seguro le encanten.
Ayúdala a disfrutar
El maquillaje está por y para divertirnos y hacernos sentir mejor, y esto es lo que hay que transmitirle a la consumidora, ayudarla a disfrutar y descubrir un universo lleno de color diseñado especialmente por nosotros para ellas. Ahora más que nunca, es necesario que le demos un empujón al eje de colorido, y los consejeros de belleza contamos con armas y creatividad suficiente para salir victoriosos de este nuevo reto.