Ahora que empieza el buen tiempo y después de un año de intermitentes confinamientos, tenemos ganas de salir a pasear, ¿a que sí?
Imagínate dando un paseo por el campo. Olor a hierbas silvestres, romero, tomillo, hinojo, santolina; a musgo, a hierba mojada por las gotitas de rocío, el olor de las jaras, de la madera calentada por los rayos de sol… ¿Te pones en situación?
En este paseo imaginario que te propongo, ante tanta mezcla de aromas deliciosos, tengo una pregunta para ti: ¿estos olores son femeninos o masculinos? Ummm. Seguro que no sabes decirme. Quizá ninguno de los dos y ambos a la vez. Son aromas, como diríamos hoy en día, “genderless”.
Te gustan o no te gustan
Los olores de la naturaleza no hacen distinción de sexo: te gustan o no te gustan. Y también fue así en los orígenes de la perfumería.
Las primeras Aguas de Colonia, de elaboración artesanal, no se idearon pensando en quién se iba a acicalar con ellas. Su único objetivo era agradar, potenciar, hacer sentir y oler bien a su portador.
En épocas posteriores y con una fuerte influencia de la publicidad y de las estrategias de marketing, los perfumes comenzaron a “sexualizarse”, pasando a etiquetarse como femeninos o masculinos.
Etiquetas sociales y culturales
En esta clasificación un poco forzada que nos hemos inventado en la perfumería comercial, más que la naturaleza en sí misma, influyen etiquetas sociales y culturales.
Te pongo un ejemplo: en el mundo occidental un perfume con destacada presencia de rosa damascena tiende a tener una connotación femenina (¡son las chicas las que se perfuman con rosas!), sin embargo, ofréceselo a un hombre de origen árabe y se lo pondrá sin ningún tipo de prejuicio, encontrándolo delicioso y muy masculino.
En general, las mujeres nunca han tenido problemas en rebuscar con cierta soltura en las estanterías masculinas perfumes que sean de su agrado. No ven amenazada su “identidad de mujer” por ello. Así, entre las féminas, encontramos grandes fans de perfumes con personalidad amaderada, raíces y especias tradicionalmente destinadas al público masculino. Son mujeres que adoran llevar notas profundas que resalten las cualidades más magnéticas y empoderadas de su personalidad.
Ahora bien, te resultará mucho más complicado convencer a un caballero ya de cierta edad, de que se perfume con una fragancia femenina solo porque le guste su olor. Entra en juego el “a ver si se van a pensar que soy menos hombre por llevar un perfume femenino. Yo, que soy tan varonil...”
Como ves, aquí tenemos un claro ejemplo de etiqueta cultural y social, que no natural.
Gracias a la democratización de la depilación láser que ha ido depilando pelo a pelo esos estigmas de masculinidad mal entendida y a toda la lucha por la igualdad que con sus políticas de inclusión va calando en las generaciones más jóvenes, hemos logrado que los hombres se vayan mostrando más abiertos y receptivos a probar olores “simplemente agradables”.
Rompiendo límites de género
Tras décadas de rígidos estereotipos, en 1994 Calvin Klein lanza su famoso CK One, acuñando el término “unisex”. Los perfumistas Alberto Morillas y Harry Fremont, desdibujan los límites del género para crear una fragancia que puede ser compartida por ella y por él indistintamente.
Cierto es que sus ingredientes frescos y juguetones, elegantemente elaborados, se prestan a perfumar sin preocupaciones a mujeres y hombres de esa generación, abriendo paso al fenómeno “compartir”.
En los tiempos modernos, este tipo de fragancias unisex se han convertido en tendencia y los expertos auguran que en los próximos años seguirán ganando adeptos, por la naturalidad de sus fórmulas y la versatilidad de sus composiciones que se adaptan bien a cualquier lugar y situación de nuestras vidas cotidianas. Te sientes bien sintiéndote perfumada tanto para teletrabajar en casa, como para ir a una reunión o evento de trabajo, para llevar al cole a los niños o para asistir a una cena romántica.
Los perfumes genderless favoritos del público
Hemos preguntado al Club de Vendedoras de Perfumes cuáles son los perfumes “genderless” favoritos del público y esto es lo que nos han respondido:
- Cologne de Thierry Mugler, con su olor a jabón, a piel limpia recién duchada, con su recuerdo a la forma de elaboración artesanal de las primeras Eaux de Cologne.
- BLV de Bulgari, una fragancia que entró sin hacer mucho ruido y que cuenta con una larga lista de fieles adeptos. Una obra maestra con ingredientes naturales olfativamente complejos y contrapuestos (jengibre, regaliz, almizcle…) que permanecen de forma armónica y elegante sobre la piel durante horas.
- Acqua di Parma Colonia, elaborada con cítricos de Sicilia, un estallido de frescor y vitalidad energético para toda la familia.
- Anyway de Juliette has a Gun, de la marca italiana independiente Romani Ricci, nieto de la célebre Nina Ricci, una fragancia almizclada floral amaderada.
- Collection Extraordinaire Bois Doré de Van Cleef & Arpels, notas de madera preciosa envuelta en un delicado velo de almizcles y haba tonka.
- Eau de Parfum PhilosyKos de Diptyque París, el recuerdo de un paseo hacia la costa griega caminando entre las hojas de higueras silvestres al sol.
- Escentric Molecules Molecule 01 de Escentric Molecules: más una sensación que un aroma. Notas aterciopeladas y sutiles de madera de teca, cedro, higuera y distintos tipos de pimienta.
- Bal D´Afrique de Byredo: Una carta de amor al continente africano en la que destaca el nerolí, la caléndula africana y la madera de cedro marroquí en una cálida composición.
- La colección Aromatom de Marina Barcenilla Parfums, recrea aromas del espacio galáctico con ingredientes terrestres en unas composiciones magistrales sin distinción de sexo.
Características genderless
Leyendo esta lista de favoritos unisex, vemos que son mucho más asexuales las composiciones de fragancias nicho en las que los usuarios se dejan guiar por el perfume en sí mismo más que por la influencia de la campaña publicitaria de la perfumería comercial.
A nivel de formulación, las Aguas de Colonia parecen ser las más “genderless”.
A nivel de familias olfativas, la frontera de lo “masculino – femenino” parece encontrar más dificultad en los FLORALES y AMADERADOS.
El resto de las familias olfativas presentan facilidad de integración pro-igualdad. Incluso la vainilla que hace unos años era territorio puramente de mujer, se ha integrado bien en la predisposición masculina.
En los puntos de venta, podemos comprobar que cada vez más público masculino se siente receptivo a portar aromas de nerolí, jazmín o nardo. Y cada vez más mujeres se enamoran de fragancias con maderas blancas, sándalo o pimienta negra.
Los límites se desdibujan. Estamos rompiendo clichés.
¿Cómo puedes abordar una venta "genderless"?
Pero tú, Vendedora de Perfumes, ¿cómo puedes abordar una venta Genderless y seguir esta tendencia emergente? Aquí tienes algunos tips:
- Céntrate en la persona que tienes delante: no mires al cliente, ve su humanidad. Mírale a los ojos, escúchale con el corazón, todos tus sentidos puestos en ese encuentro, dedícale tiempo e interés. ¡Se lo merece! Ha venido hasta ti.
- Tu misión al principio de la interacción con tu cliente es averiguar: ¿Qué es lo que busca?, ¿Qué es lo que necesita? (Esta es la base para todo inicio de ventas de perfumes, sea “genderless” o no).
- Antes de ofrecer propuestas concretas necesitas tener claro: ¿Qué tipo de aromas le gustan?
- Si te surgen dudas y prefieres asegurarte, reformula, es decir, verifica usando las mismas palabras clave que te ha dado el cliente para comprender y estar seguros de que su percepción del olor sea la misma que la tuya. Esto es algo que trabajamos a fondo en el Curso de Promotores de Perfumes.
- Para ayudarte en esa búsqueda puedes preguntarle, ¿cuáles son sus ingredientes favoritos? Saber que le encanta la rosa, el jazmín o la violeta, te dará pie a presentarle fragancias con estos ingredientes sin entrar en descripciones de género.
- Una vez que tengas clara tu propuesta, selecciona 2 o 3 fragancias concretas. Sepáralas físicamente y ve probando primero sobre secante, de la más ligera a la más opulenta.
Presenta el primer “moillete” y espera su reacción. Pregúntale qué le parece. Su opinión y sus gestos constituyen la brújula que te guiará en el perfume ideal para ese cliente.
- En cada prueba, háblale del ingrediente principal, de su origen, su elaboración (solo la información justa y relevante para ese cliente y esa situación).
- Tras la prueba de las 3 fragancias, y si el cliente ha encontrado su favorita, reasegura en su elección añadiendo todos tus conocimientos sobre la fragancia que sean relevantes (insisto, para ese cliente y para esa situación).
De esta manera estarás favoreciendo una venta “genderless” sin caer en estereotipos masculinos-femeninos.
En el caso de que el cliente te pida expresamente un perfume “de hombre” o “de mujer”, deberás presentar como primeras opciones fragancias con fuerte presencia publicitaria en las que se vean, de forma explícita, el género y los atributos de la fragancia. Pero no seas tú quién ponga la etiqueta.
Recuerda que no tienes por qué presentar una fragancia como masculina o femenina salvo que el cliente te lo pida expresamente.
Los olores de la naturaleza, como los ángeles, no tienen sexo. Te gustan o no te gustan.
No te dejes llevar por los estereotipos de género y elige el olor que más te atraiga.
Igualdad de género también en el perfume.