A pesar de los ajustes en la casa matriz –en marzo, se despidió en el país germano a 9.000 empleados y en enero, la cadena prescindía de 11.000 trabajadores y cerraba 2.200 sucursales-, las cuentas no han cuadrado. “Hemos conseguido reducir la pérdida de la empresa de más de 200 millones de euros, aproximadamente, a 25 millones. Esto supone un éxito enorme, pero siguen siendo pérdidas –y esta no puede hacerla el síndico a la larga”, explicaba Arndt Geiwitz, síndico del consorcio matriz alemán. Así que en las próximas semanas se clausurarán en Alemania unas 2.000 tiendas tradicionales y se despedirán a 10.000 empleados. Sólo las cadenas subsidiarias Ihr Platz y Schlecker XL, en las que trabajan 5.000 personas, sobrevivirán gracias a su compra por parte de un inversor alemán, según el diario Der Spiegel. En cuanto a las filiales extranjeras, la cadena ya ha vendido la de República Checa y la de Francia y se encuentra en negociaciones para las de Polonia, Austria e Italia, además de las de España y Portugal.
Schlecker contaba con 6.000 establecimientos en Alemania y 3.000 repartidos entre Austria, España, Francia, Italia, República Checa, Polonia y Portugal, y tenía en nómina a 30.000 personas en su país de origen y 17.000 en el extranjero. FV
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