Patricia Pérez es la propietaria de la perfumería nicho Sweet Velvet, sitúada en la zona de Triball, el nuevo SoHo madrileño. Diplomada en arquitectura técnica y con experiencia como intérprete de conferencias -habla inglés, francés, alemán e italiano-, su pasión por la belleza y todo lo que la rodea le ha hecho embarcarse en esta aventura. Según ella misma, su tienda es una alternativa a los productos de siempre, para gente inquieta que busca distinguirse y probar cosas nuevas. La originalidad y la calidad son las constantes de este negocio que busca la diferenciación a todos los niveles.
Parece que en Madrid están surgiendo este tipo de perfumerías tan especiales más que en ningún otro lugar de España. ¿Son una alternativa que la ciudad necesitaba?
Creo que en Madrid hay mucha gente curiosa que busca distinguirse y no usar lo mismo de siempre y que, además, cada vez están más informados de que existe el mundo de la cosmética nicho. Creo que por eso están surgiendo tiendas de este tipo, para ofrecer esa alternativa.
Aunque tienen muy poco tiempo “de vida”, ya deben contar con una clientela fiel. ¿Cómo es el consumidor que elige Sweet Velvet?
El cliente de Sweet Velvet es una persona moderna, culta, con inquietudes y que sabe apreciar la originalidad y la calidad.
¿Cómo contactan con firmas que no tienen filial ni distribuidor en España?
Nos ponemos en contacto directo con ellos, generalmente a través de las páginas web o bien por teléfono. A partir de ese momento, buscamos una
manera de que sus productos lleguen a España.
¿Qué marcas comercializan?
Tocca Beauty, Malin + Goetz, Trilogy, Zelens, Själ, ModelCo, Ineke, 4th Floor, êShave, Miller et Bertaux, Stéphanie de Saint-Aignan, Ren Skincare, Frapin, Il Profumo…
¿Cuál destacaría?
Por su calidad en los aromas, Ineke; por su originalidad, Stéphanie de Saint-Aignan y Miller et Bertaux; por su eficacia, 4th Floor, Zelens, y Själ; y por su pureza, Trilogy, Dulkamara, Los Jabones de mi Mujer…
Si una marca se expandiese y se pudiese encontrar en más establecimientos, ¿seguirían distribuyéndola?
Habría que valorar si se trata de una de las marcas estrella de la tienda, es decir, si muchos clientes vienen a por ella, y también en qué tipos de establecimientos se implanta. Pensaría tanto en seguir ofreciendo a los clientes sus marcas favoritas como en que la marca no se desprestigiase.
Su web, ¿es más un medio de información o funciona realmente como canal de compra?
Creo que los dos. La web sirve para dar información a los clientes que llegan a la tienda muchas veces con las ideas muy claras por haber visitado la página. Aún así es, también, un medio de venta para todas aquellas personas que no son de Madrid pero que desean acceder a los productos de Sweet Velvet.
¿Cuál es su punto de vista sobre la situación del sector de la perfumería en nuestro país?
Creo que el sector de la perfumería en nuestro país está masificado por grandes cadenas sin personalidad que ofrecen las mismas opciones. No quedan ya esas perfumerías de antaño en las que las dependientas conocían los productos y a sus clientas y buscaban siempre ofrecer lo mejor. Ese papel lo cumplen ahora las perfumerías nicho, donde los clientes saben que las marcas que allí se ofrecen han sido cuidadosamente elegidas y el trato es mucho más personal.
¿Qué aporta Sweet Velvet a este mundo?
Aporta frescura, originalidad, buen trato...
¿Cuáles son sus proyectos futuros?
Seguiremos intentando traer marcas nuevas que en España no estén presentes, y poder así ampliar la oferta sin desmejorar el trato al cliente. Y además, barajamos la posibilidad de incorporar una cabina en la que ofrecer a los clientes los mejores tratamientos. VPC
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