Entrevistamos a Rita Ribau Domingues, Senior Consultant de Olfasense.
(Entrevista publicada en el número 446 de la revista Ventas de Perfumería y Cosmética)
Olfasense es líder mundial en la realización de estudios sensoriales y moleculares de olores, un área quizás un tanto desconocida. Cuéntenos qué hacen.
Olfasense es una empresa pionera en análisis de los olores. Sus inicios se remontan a los años 70, con la fabricación y comercialización de equipos de dilución de muestras gaseosas (olfatómetros), para permitir la medición de los olores de forma estandardizada y objetiva por parte de jueces sensoriales previamente seleccionados y entrenados. El objetivo principal en el uso de estos instrumentos era el de poder determinar el impacto por olores ambientales provenientes de la industria (química, papelera, alimenticia, residuos, etc.) y establecer una regulación a nivel internacional para este propósito. Olfasense tuvo un papel relevante en este último punto, habiendo contribuido en el desarrollo de una serie de normativas estándares nacionales y europeas. Con el paso del tiempo la empresa amplió estos servicios al área de
bienes de consumo por la creciente demanda de las industrias. Estos servicios son de especial importancia cuando se pretende mejorar las propiedades sensoriales de los productos que consumimos (perfumes y fragancias, cosméticos, productos de higiene personal, textiles funcionales, alimentos, etc.). Lo que proporcionamos a nuestros clientes es un amplio abanico de análisis sensoriales y químicos muy especializados para determinar los olores emitidos por sus productos con vista a poder mejorarlos. Estos ensayos nos permiten identificar las causas de olores indeseados (offnotes/flavours) en todo tipo de
productos, determinar la durabilidad (long lasting effect) de una fragancia aplicada en un determinado producto o material, evaluar la eficacia de reducción de olores de productos específicos diseñados para este propósito (por ejemplo en desodorantes), etc.
Trabajan con clientes distribuidos en 65 países, ¿hay diferencias significativas entre la sensibilidad olfativa del consumidor según su origen?
Más que diferencias en sensibilidades, existen diferencias en la percepción de olor en términos de agradabilidad (tono hedónico) y atributos descriptivos. La sensibilidad, o sea la capacidad de detectar olores, es relativamente semejante entre las personas, independientemente de su condición cultural. Este fenómeno tiene que ver con la evolución de los seres humanos en el sentido que hemos desarrollado una capacidad relativamente aguda para detectar olores, principalmente los asociados a productos nocivos, a concentraciones muy bajas como forma de protegernos de los peligros del entorno. Cuando hablamos de la forma como percibimos un olor, es decir si éste nos gusta o no y a qué huele, sí que la cultura juega un papel muy importante. El olfato es el más primitivo de los sentidos, ya que está conectado con nuestro sistema límbico, que a su vez es el centro de procesamiento de las memorias y emociones. En ese sentido, nuestras vivencias, experiencias y el contexto cultural donde estamos inseridos, influyen significativamente en nuestros gustos sensoriales y en la forma como los describimos, incluidos los olfativos.
¿Podemos hablar de olores “eco”?
Hasta cierto punto sí podemos hablar de olores “eco”, en cuanto estén asociados a productos que se hayan elaborado de acuerdo con criterios definidos como ecológicos. Diría quizás que el término olores “naturales” refleja mejor lo que es relevante para el consumidor. Podemos afirmar que existe una tendencia de los consumidores por preferir productos “eco”, y eso abarca también el sector cosmético. El consumidor de hoy en día es cada vez más exigente y consciente de los efectos de los productos que consume, preocupándose más con el impacto de estos sobre su salud, el medio ambiente, y el bienestar de los animales. En ese sentido, y de forma análoga a otros sectores como el de
la alimentación, ya existen en el mercado productos de cosmética natural, vegana, etc. Los olores de estos productos deben concordar con unas prácticas determinadas que se suelen considerar como más naturales, evitando por ejemplo la síntesis química. De hecho, los olores característicos de estos productos cosméticos son en cierta medida considerados menos “perfumados”.
¿Qué proporción de su trabajo se relaciona con la industria de la perfumería y la cosmética?
Podemos decir que en un 30% trabajamos para el sector cosmético. Esto incluye los sectores de la perfumería, cosmética, y productos para la higiene y cuidado corporal. Otros sectores para los que trabajamos son el del cuidado del hogar, farmacéutico, automoción, materiales de construcción, textil, especialmente en el desarrollo de productos funcionales, plásticos y polímeros, alimentos y envases, etc.
En perfumería el olor del producto es esencial, ¿pero hasta qué punto es importante en cosmética y maquillaje?
Además de las cuestiones funcionales de los productos de cosmética y maquillaje, el olor es también un componente muy importante para el consumidor. Por este motivo, los servicios que ofrecemos son muy relevantes en la medida que necesitemos identificar la calidad de un producto en términos olfativos, indagar las causas de la formación de una off-note (un olor indeseado), establecer la durabilidad de una fragancia en un producto cosmético una vez aplicado sobre la piel, llevar a término tests discriminativos para confirmar si dos olores son significativamente diferentes/similares cuando pretendemos mejorar/cambiar la formulación de una fragancia, pero no queremos que el consumidor final note un cambio en el olor, para hacer ensayos de benchmarking e identificar qué olor de una fragancia es el preferido por parte del consumidor, etc.
¿Pueden mencionar algunas de las empresas de cosmética con las que trabajan?
Sí, trabajamos con Beiersdorf, como también con Clariant, BASF, IFF, DSM, entre otras grandes empresas. También tenemos clientes de menores dimensiones que se caracterizan a veces por un perfil muy específico y un elevado grado de innovación en sus productos.
¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta Olfasense en los próximos años
Todo evoluciona y cambia muy rápidamente hoy en día. Esto tiene una clara influencia en las tendencias de consumo y en las necesidades de inmediatez por conocer las preferencias de los consumidores. Olfasense es consciente de esta necesidad y, por tanto, queremos adaptar nuestros servicios para poder proporcionar a nuestros clientes estudios de consumidor de forma ágil y que cubran una amplia área geográfica (relacionado con lo que comentaba anteriormente sobre la influencia de las culturas en los gustos de los consumidores). Para conseguir este objetivo estamos apostando por el uso de las nuevas tecnologías digitales, por ejemplo, con el desarrollo de Apps para realizar estudios con consumidores a gran escala. Por otra parte, estamos investigando la forma de evaluar olores con instrumentos para poder reducir la incertidumbre asociada con el análisis sensorial con personas. Hoy en día el uso de instrumentos para remplazar la nariz humana es aún un reto importante por varios motivos: no existen instrumentos con el nivel de sensibilidad de nuestra nariz, los olores son compuestos por centenares de moléculas y un instrumento es difícil que pueda incluir todas estas moléculas para reproducir un olor y simular la respuesta humana. No debemos olvidar que hablamos de sensacionespercepciones y como tal los instrumentos no están capacitados para dar este tipo de respuestas. No obstante, con la inteligencia artificial, se está investigando considerablemente en esta línea con vistas a conseguir resultados mediante instrumentación, que se aproximen a los que podemos dar los seres humanos. Olfasense quiere estar en la vanguardia y contribuir a este tipo de investigación.
¿Cuál es el objetivo de Olfasense para 2020?
Teniendo en cuenta que Olfasense ha abierto una nueva oficina en Barcelona este septiembre pasado, uno de los objetivos de la empresa para 2020 es consolidarse en el mercado ibérico (España y Portugal), además de entrar en el mercado de América Latina. Tenemos ya una cartera de clientes en estos países, y por eso la apuesta por abrir una sede en Barcelona, pero queremos ampliarla y tener la oportunidad de ofrecer un servicio más próximo a nuestros clientes.
¿Y para el horizonte 2030?
A largo plazo, con un horizonte en 2030, la expansión geográfica seguirá siendo una de las prioridades de Olfasense. Este crecimiento tendrá como trasfondo la capacidad de constituir paneles de evaluadores en un contexto más global. El objetivo es el de poder trabajar con una gran diversidad de paneles que cubran la variedad existente en los antecedentes culturales de las diferentes regiones del mundo. Para facilitar esto último, adoptaremos un enfoque dirigido a la utilización de más materiales de referencia para la formación profesional de paneles de expertos. Consecuentemente, también trabajaremos en el desarrollo de nuevos materiales de referencia para este propósito.