¿Con qué aroma definiría su infancia?
Notas de pino y mar salada, la infancia siempre me retrotrae a pinedas cercanas al mar.
¿A qué huele la ciudad donde vive?
Vivo frente al mar, en un pueblo donde hay calles enteras con naranjos amargos. A mar y azahar, como ves el mar siempre es mi referente.
¿Qué le impulsó a ser nariz?
La casualidad, pero una vez empiezas a oler, ya no se puede parar.
¿Cree que es un oficio con futuro?
Yo siempre pienso que es uno de los oficios más viejos del mundo, ya en la edad antigua habían perfumistas, esperemos que dentro de mil años, si es que los humanos seguimos existiendo, sigan habiendo perfumistas.
Si la creación de un perfume es un arte, ¿con qué otro artista, quizás de otra disciplina, le gustaría colaborar?
Me hubiese encantado colaborar con Marta Graham en danza contemporánea y seguramente con Miró en pintura.
Mencione un clásico que usted considere un referente o su referente.
Nicolas Mamounas, el creador de mi perfume preferido Mystere de Rochas.
¿Por qué es una buena estrategia consolidar las fragancias clásicas?
Lo clásico es lo que perdura, seguramente lo mejor, por lo que parece claro que es lo que debería consolidarse. Clásico no quiere decir que no sea innovador.
¿Qué perfume de los lanzados en 2019 ha captado su atención y por qué?
Seguramente el perfume de Artemisa de Serge Lutens. Sobretodo porque la Artemisa no me parece una nota sencilla de trabajar y es espectacular.
¿El interés por la sostenibilidad y la ecología marcará las nuevas tendencias en creación de perfumes?
En nuestra casa es así, de la sostenibilidad depende nuestro futuro, estamos usando cajas y celofán compostable y estamos implementando que todo el embalaje sea muy sencillo de separar para que pueda ser reciclado.
¿Cuál cree que será el ingrediente más destacado de 2020?
Seguramente la rosa.
¿Qué fragancia lleva puesta ahora mismo?
La rosa de Rosendo Mateu de su Black Edition.