De la búsqueda de minimizar los plásticos que utilizamos en la higiene diaria, una de las fuentes más amplias de desechos, nace BÔ-STICK: un desodorante sólido 100% sostenible, de formulación ecológica, con un aplicador de madera que se puede recargar de manera infinita.
El objetivo de BÔ-STICK es transformar un objeto de uso cotidiano en una creación ecoresponsable, que además de ser práctico y eficaz, sea un elemento decorativo en nuestro cuarto de baño. Su fórmula, que ofrece hasta 48 horas de protección, se basa en una sinergia de: mantecas orgánicas vegetales para una textura agradable, bicarbonato de sodio para neutralizar los olores y tierra de diatomeas para absorber la humedad. Cada recarga está elaborada con ingredientes 100% de origen natural, el 71,9% de los cuales procede de la agricultura ecológica. Es vegano y está certificado por COSMOS ECOCERT. Su formulación está diseñada para derretirse al entrar en contacto con la piel para una aplicación sencilla, gracias al aceite de coco, la manteca de karité y la cera de carnauba.
Está disponible en tres fragancias unisex, desarrolladas por perfumistas de Grasse (Francia): leche de almendra, flor de granada y savia de bambú.
El aplicador, elaborado por un artesano de Ain (Francia) con madera de haya procedente de bosques sostenibles; es un auténtico objeto de coleccionista, inspirado por la arquitectura minimalista y que cuenta con garantía de por vida. Tiene un soporte de corcho con el que podemos hacer la recarga sin contaminar el desodorante todas las veces que sean necesarias.