El diseñador trabajó en Dior cuando se encontraba el frente Yves Saint Laurent y en 1962 abrió su primera tienda en París, en el célebre Faubourg Saint-Honoré. Sus estampados se convirtieron en la marca de la casa y entre su clientela más fiel se encontraba Jackie Kennedy, Raquel Welch y Claudia Cardinale.
En el año 1990, el diseñador vendió su sociedad a Seibu, y en 1992 dejó la dirección artística, que pasó a manos de Erik Mortensen y más tarde a Stéphane Rolland y Bouchra Jarrar. Años más tarde, Alain Duménil compró la casa de alta costura, que cerraría en 2008.
Jean-Louis Scherrer también se atrevió con el mundo de las fragancias con Jean-Louis Scherrer, Nuits Indiennes, S…