Parece el lineal de un supermercado, y así es el ShopperLab de Henkel Ibérica. Ubicado en las oficinas de la compañía en Barcelona, este espacio permite pasar de estudios teóricos a pura práctica y estudiar el comportamiento de los consumidores in situ aplicando altas tecnologías de Empresa puntera en el sector de consumo, Henkel Ibérica es la primera filial del grupo en implantar la herramienta de ShopperLab. La profundidad de análisis empírico que permite el nuevo laboratorio, inaugurado este año en las instalaciones barcelonesas de la multinacional con casi 100 m2, servirá para optimizar el aspecto visual de los productos, así como su disposición en los lineales de puntos de venta. Confirmando su posición de liderazgo en la investigación del consumidor, Henkel utiliza tecnologías revolucionarias en sus estudios, cuyos resultados se compartirán con los clientes y distribuidores de la compañía. Si bien las encuestas y sondeos clásicos permiten tener una idea sobre la influencia de las marcas, con la aparición de nuevas tecnologías, ahora es posible detectar aquellos impulsos que experimentamos a nivel subconsciente al observar una serie de productos. La tecnología utilizada en el ShopperLab es el método de Eye Tracking. Esta técnica está basada en el uso de gafas especiales, provistas de un láser, una cámara y un micrófono. Mientras el láser detecta el movimiento del ojo y los “puntos calientes” del lineal para un consumidor, la cámara graba el campo de visión y el micrófono, posibles comentarios espontáneos. A través de esta técnica, Henkel puede analizar el impacto que tiene el diseño del producto en sí, su colocación en las estanterías, o la influencia que ejercen los materiales del punto de venta en las decisiones de compra. “Lo que no se ve, no se vende, esto está claro”, apunta Andrea Bastoni, director general de Detergentes y Cuidado del Hogar. “Sin embargo, ShopperLab va mucho más allá de registrar el alcance del campo visual de un consumidor potencial. Aquí pasamos del estudio teórico al resultado empírico, comparamos las decisiones conscientes e inconscientes. Puesto que un tercio de las decisiones de consumo se toma en el espacio de venta, tenemos que saber cómo mejorar la experiencia de compra de cara a los consumidores. Es un proceso de aprendizaje continuo que, sin duda, será muy útil para la compañía y nuestros partners comerciales.”