Puig, empresa de moda y fragancias con sede en Barcelona, celebra su 100º aniversario con la inauguración hoy de su nueva sede: la Torre Puig (15.000 m2, repartidos en 23 plantas), obra del arquitecto Rafael Moneo, premio Pritzker de arquitectura y Príncipe de Asturias de las Artes y del estudio GCA Arquitectos, situada en la Plaza Europa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). A la inauguración han acudido los Príncipes de Asturias y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas.
Resultados económicos de 2013
Marc Puig, presidente y CEO de Puig y tercera generación de la familia al frente de la empresa, ha reunido a la prensa por primera vez para presentar los resultados económicos de la compañía correspondientes al ejercicio 2013 con motivo de este primer acto de celebración del centenario.
“2013 fue un año más complicado de los que nos esperábamos”, comenzaba Marc Puig. Aún así, las cifras han sido positivas:
- La compañía alcanzó unas ventas de 1.499 millones de euros. Los beneficios antes de impuestos fueron de 248 millones de euros, siendo el beneficio neto atribuido de 176 millones.
- El crecimiento de las ventas a perímetro constante ha sido del 5% y del 1% a nivel reportado. Esta diferencia con respecto al crecimiento reportado es debida a la gran exposición de Puig a los mercados emergentes, que han sufrido una devaluación respecto al euro, y la fortaleza del euro respecto el dólar.
- Su participación en perfumería selectiva respecto al año anterior ha aumentado de 8,1% a 8,6%.
- El negocio fuera de España representó un 86%, del cual el 46% se realizó en países emergentes.
- El 67% de todas las unidades vendidas en el mundo se fabrica en loes tres centros de producción situados en España y el 31% en la fábrica francesa de Chartres.
- Puig contaba a finales de 2013 con 4.204 empleados, de los cuales el 40% trabaja en España.
- Actualmente, Puig vende sus productos a más de 140 países y cuenta con filiales propias en 21 de estos.
Evolución 2004-2014
El presidente y CEO de Puig ha explicado que en 2004, la compañía se encontraba en un momento de estancamiento de ventas y baja rentabilidad a pesar de su gran portafolio, y “no era la situación más satisfactoria”.
Se iba a producir una compresión del sector, resultando en unos ganadores y en dificultades para empresas medianas, entre las que se encontraba Puig.
“Teníamos que escoger aquellas actividades que nos proporcionaran una ventaja competitiva, señalaba Marc Puig. Aunque toda elección implica renuncias”. Su objetivo pasa por construir una imagen de marca a través de la moda y transmitirlo, también, a los perfumes y al resto de actividades. “Queremos llegar al consumidor y hacerle soñar, asumiendo riesgos”, señalaba el presidente del grupo.
El Futuro
El futuro de la compañía, explicaba Marc Puig, pasa por:
- Ser más sostenible, gracias al plan con fecha 2020 que implica reutilización del agua en los procesos de producción, cero residuos en vertedero, etc. Y es que la Torre Puig ya cuenta con el certificado LEED Oro, formando parte de un selecto grupo de 9 edificios de oficinas en España con dicho sello.
- Ser más social, esto es “devolver a la sociedad lo que la sociedad nos ha dado”, decía Marc Puig. Dicha declaración se traducirá en una serie de iniciativas que llevará a cabo la Fundación Puig y que se verán más adelante.
- Ser más ambicioso, es decir, intentar pasar de ser el 6º jugador mundial a estar en el Top 3 en 2020, pasar del 8,6% de cuota de mercado al 12%.
En definitiva, “llegar a ser un grupo propietario de marcas de lujo reconocido a nivel internacional siendo una empresa híbrida con marcas propias, licenciatarias y de ‘celebrities’”, finalizaba Marc Puig.