España es el segundo país de Europa que afronta un mayor índice de pérdida desconocida, sólo por detrás de Finlandia. A nivel mundial, ocupa el quinto lugar. Así lo indica el nuevo Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución 2013-2014 que ha sido elaborado por The Smart Cube y el analista Ernie Deyle con el apoyo de Checkpoint Systems.
Las pérdidas ocasionadas por el hurto externo e interno, el fraude de proveedores y los errores administrativos representan 2.574 M€, lo que supone de media el 1,36% de las ventas del sector minorista, ligeramente por debajo del año pasado (1,4%). El coste de la delincuencia le supone a cada hogar español una media de 259 euros al año. En un contexto de crisis aunque de aumento paulatino del consumo interno, el valor absoluto de las pérdidas se ha reducido un 1,61% respecto a 2012 (2.616 M€). Paralelamente, y según datos del Ministerio del Interior a partir de la información facilitada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en 2013 se produjeron en España 188.278 hurtos en tiendas objeto de denuncia, un 3,1% más que en el año anterior. Las causas de la pérdida desconocida en España han tendido a diversificarse. Según el Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución, el hurto externo sigue siendo el principal motivo de las pérdidas (30,9%), pero su incidencia en España disminuye en comparación con la media europea, que se sitúa en el 38,6%. Además, se reduce respecto al año pasado, cuando representaba el 50% de las pérdidas. También se contrae el hurto interno perpetrado por los trabajadores (del 27% al 23,5% sobre las pérdidas). En cambio, aumenta muy significativamente el fraude de proveedores, que pasa del 5% al 20,6%. También se incrementan los errores administrativos y factores no relacionados con la delincuencia (del 18% al 25%). Complementos de moda, joyas, herramientas eléctricas, pilas, accesorios para móviles, smartphones, vinos y licores, cárnicos frescos, productos de maquillaje y cremas faciales se encuentran entre los productos más robados. Estos artículos tienen en común que son fáciles de ocultar y cuentan con una buena acogida en el mercado de la reventa. Los índices de pérdida desconocida más elevados en Europa se registraron en los grandes almacenes (1,98%), las joyerías y relojerías (1,55%) y los autoservicios mayoristas (1,42%), debido a la escasa implantación de soluciones de pérdida desconocida en este tipo de establecimientos. La Navidad es la época en la que más hurtos se producen según el 63% de las empresas de Europa consultadas. La gran afluencia de transeúntes, los clientes que tienen que comprar regalos, las tiendas repletas de existencias y el personal temporal son las principales causas de este fenómeno. Según los minoristas europeos encuestados, el perfil principal de los delincuentes externos que cometen estos hurtos es el de una persona de entre 18 y 45 años con unos ingresos bajos y el deseo de llevar un tren de vida que no se puede permitir.