El potencial del mercado de belleza en el canal de venta directa se muestra imparable. Los compradores están descubriendo las grandes ventajas de la venta directa, donde el consumidor cuenta con un asesor personal que examina sus necesidades individuales, le aconseja los mejores productos e incluso permite la prueba de los mismos para comprobar su calidad.
Formatos innovadores
Durante los últimos años incluso se están desarrollando nuevos modelos de venta de gran aceptación como las llamadas “Beauty Parties”, donde una distribuidora acude a casa de un grupo de amigos que se reúnen para probar los productos, escuchar los consejos de maquillaje y belleza personalizados y comprar los productos que les parezcan más adecuados en el momento.
Nuevos perfiles: la generación ‘millenial’
El perfil de los distribuidores, que tradicionalmente ha estado formado mayoritariamente por mujeres y, en el imaginario popular, “amas de casa”, ha evolucionado: la nueva distribuidora de belleza tiene menos de 30 años, se dedica al negocio a tiempo completo, trabaja su prestigio y red de contactos a través de Internet y actúa como asesora de belleza, el valor añadido que permite crecer en este tipo de ventas. El mundo de la cosmética es especialmente femenino y el modelo de negocio que ofrece la venta directa tiene mucho impacto en el emprendimiento, con mujeres que gestionan su propia actividad comercial, a tiempo completo o parcial.