Por primera vez desde su creación (1976), Sisley abre en París una Maison de belleza, que ofrece a sus clientas lo mejor de las fórmulas y los rituales de tratamiento Sisley.
Este espacio de 360 m2 situado en el número 5 de avenue de Friedland, en el corazón del octavo distrito de París y a dos pasos de la plaza de la Estrella y de los Campos Elíseos, se ubica en un edificio catalogado cuya arquitectura Art Decó moderna, elegante y refinada se ajusta perfectamente a la imagen de Sisley.La Maison Sisley ha sido concebida e ideada para reflejar el espíritu de la marca y la sensibilidad artística y cultural de la familia d’Ornano la cual ha proporcionado objetos personales, completados por las obras de creadores inspirados por la belleza y la autenticidad de este espacio.
El instituto dispone de cinco cabinas - una de las cuales es doble - y propone una carta para el rostro y el cuerpo, que presenta tratamientos adaptados a todos los tipos de piel, a todos los momentos de la vida, dedicados al bienestar y a la belleza. Instantes de relajación, rituales a medida, resultados precisos… Cada tratamiento Sisley responde a una necesidad específica: hidratación, nutrición, antiedad, reparación, vitalidad, relajación, serenidad, adelgazamiento... Los rituales, brindados tanto a mujeres como a hombres, combinan eficacia y placer. Cada protocolo, con diferentes grados de sofisticación, ha sido concebido con los mismos estándares exigentes que los productos. La eficacia de las fórmulas se desarrolla actualmente en los protocolos de tratamiento de Sisley.
Las cabinas
Se ha elegido deliberadamente un estilo sobrio y depurado en armonía con los valores de la marca y sus códigos.
El techo de las cabinas, suspendido y luminoso, representa hojas de Gingko biloba, uno de los componentes emblemáticos de Sisley que se encuentra en numerosos productos.
Este motivo está retroiluminado con luces led regulables. Las paredes están recubiertas con papel pintado “Cellules”, crea en 1874, elegido en un tono sedoso plateado del taller de Offard en Tours. Un mosaico italiano pastel viste las paredes.
El salón
Sin duda, la parte más personal del establecimiento. Isabelle d’Ornano quería que fuese como un pequeño salón privado donde se pudiera sentir como en casa.
El aparador con espejo decorado con estilizadas hojas y las lámparas se entremezclan a la perfección con el sofá “Jetlag” de India Mahdavi y con otras creaciones artísticas especialmente elegidas para este lugar.
Antes de entrar en las cabinas de tratamiento, un espacio de consulta permite atender a las clientas para realizar un diagnóstico a modo de consulta privada. Como decoración hay una columna recubierta de artículos de prensa publicados en los medios de comunicación de todo el mundo que ponen de relieve a Sisley con colores y palabras. El picaporte de la puerta de entrada a los tratamientos representa una silueta de mujer en filigrana, esculpida por el artista polaco Bronislaw Krzysztof, y forma parte de la decoración inspirada de diversas influencias.
En el suelo, una alfombra procedente de la India tejida a mano en lana y seda, y en el techo, la lámpara “Moon” de Dimore Studio en Milan.
El café
Exclusivamente reservado para los clientes del instituto, este lugar íntimo y acogedor ha sido diseñado por Isabelle d’Ornano a modo de “café secreto” que da a una terraza pequeña para poder almorzar fuera cuando llega el buen tiempo.
La carta es sencilla, fresca y se renueva a diario con recetas saludables.
La tienda
Un espacio acogedor de 70 m2 en el cual el mundo artístico viene a enriquecer al del tratamiento, la belleza, el maquillaje y el perfume.
En este lugar donde se mezclan códigos clásicos y modernos, la madera pintada y las molduras conviven con un mural animado y luminoso.
Se ha creado un bar de perfumes exclusivamente para este lugar, al igual que todo el mobiliario de la tienda. El resto del mobiliario se compró en tiendas de antiguedades para conservar el espíritu de la Maison, como por ejemplo las mesas metálicas “Lèvres” de la artista Marika Carniti Bollea.
La sobrina de Isabelle d’Ornano, Elzbieta Radziwill pintó la pantalla de la lámpara central y las paredes se recubrieron con un papel pintado a mano de 1874, titulado “les cellules” de Jacques-Émile Ruhlmann, remodelado especialmente para el lugar.
El mobiliario y el mostrador de la entrada de Corian Blanco y bronce envejecido fueron diseñados para ir a juego con las enormes puertas de entrada típicas de los años 30. Esta tienda también ofrecerá, a modo de una “concept store” personalizada, algunas líneas de complementos u objetos editados en series limitadas, colecciones efímeras e inspiradas, elegidas por la familia d’Ornano.