Flowerbomb, de Viktor & Rolf (L’Oréal España-Productos de Lujo) ha querido celebrar sus cinco años en el mercado. Para ello ha contado con la colaboración de Oriol Balaguer, artista pastelero, que ha elaborado un bombón y un postre inspirados, no sólo en la esencia de la fragancia, sino también en el abanico de sensaciones y emociones que se experimenta al perfumarse con ésta. “La colaboración me ha parecido explosiva. Trabajar con Viktor & Rolf ha sido una experiencia extraordinaria, muy sensorial, un reto apasionante: hemos captado cada matiz del perfume Flowerbomb y lo hemos convertido en una exquisita combinación de sabores y texturas”, explica Oriol Balaguer.
UNA "EXPLOSIÓN" FLORAL
Viktor & Rolf tenían en mente la obsesión compartida de un perfume complejo con distintas facetas. “Hemos ideado este perfume llevando las flores hasta su límite, tratando todos los matices de un bouquet…”, declaró en su momento Olivier Polge, uno de los tres “narices” creadores de esta fragancia, junto con Carlos Benaïm. “Viktor & Rolf parecían ser sensibles a una tradición marcada por la opulencia del perfume. Preferían fórmulas bastante complejas, en lugar de un concepto depurado”. Chispeante, en la salida, por los acordes deté y de bergamota; las flores se abren en coro al ritmo de los acordes mezclados de jazmín Sambac con aroma de “naranjo”, orquídea Catleya, freesia y rosa Centifolia. Un ramillete rico, intenso, estructurado, que confiere a este perfume su riqueza oriental, floral y afrutada. Estructurada, la nota de fondo se ”arquitectura” en torno al pachulí que brinda una columna olfativa al perfume.
Viktor & Rolf decidieron ofrecer a su perfume el envase más radical posible: una granada que se activa en nombre “del sueño”. Una bomba de flores en un frasco facetado como un diamante –la piedra más dura y difícil de destruir- y frágil “como un instante”. Un frasco que al contacto con la luz se transforma en un prisma flameante, con un tapón de oro rosa inspirado en la alta joyería. VPC
{jcomments on}