Sólo 3 de cada 10 consumidores compra alguna vez productos verdes. A pesar de que un 80% declara tener conciencia medioambiental y un 60% estaría dispuesto a consumirlos, las barreras con las que se encuentra el usuario impiden que el consumo de estos productos aumente de forma notable en nuestro país. El precio, la dificultad en la compra y la falta de una mayor oferta, así como de información, son algunos de los motivos que impiden un mayor crecimiento. A pesar de ello, el volumen de venta de productos sostenibles ha aumentado un +3,3%, representando un volumen aproximado de ventas de 250 millones de euros frente a los 12.165 millones de euros de los productos convencionales. Estas serían algunas de las conclusiones del primer estudio 360º sobre gestión medioambiental en España, Tendencias en el consumo de productos sostenibles, elaborado conjuntamente por EADA (Escuela de Alta Dirección y Administración) e Information Resources, Inc. (IRI), consultora líder mundial en proporcionar información, servicios y soluciones tecnológicas en el mercado de gran consumo y distribución.
¿Están fabricantes, distribuidores y consumidores desarrollando prácticas respetuosas hacia el medioambiente? El estudio, presentado hoy en Barcelona por Alexis Mavrommatis, miembro del centro de retail management de EADA, y Maribel Suárez, marketing manager de IRI, profundiza en el entorno de gran consumo para analizar la integración de planes en los objetivos de las empresas; loas hábitos, percepciones o comportamientos del comprador; y las tendencias de mercado de los productos sostenibles.
Los resultados del estudio registran, a nivel global, más de 160 tendencias relacionadas con el cambio climático, dirigidas, entre otros, a garantizar los recursos naturales. Algunas de las disposiciones imperantes en este sentido en el sector de gran consumo son el cambio de packaging; la reducción de materiales utilizados o el uso de nuevos; pasar del reciclaje al Up-cycling; y el comercio justo o las materias primas orgánicas. El cambio en el etiquetado es otro ítem importante, ya que, no sólo se registran los ingredientes utilizados, sino que se informa al consumidor sobre la “huella” –hídrica, de CO2 o de petróleo- que deja el producto, acentuando su concepto “verde”. Asimismo, hay más productos de gran consumo con eco-orientación, así como edificios eco-responsables, nuevas maneras de transporte más sostenibles, y más presión de las ONGs y medios.
En España, en este sentido, se cumplen las normativas y se reducen costes en un área operacional, sin embargo aún hay mucho camino por recorrer; el Green Retailing debe poner énfasis en formar al consumidor e influir y cambiar al comprador.
El estudio indica que el peso de las categorías sostenibles es pequeño pero con tendencia a crecer, sobre todo impulsado por categorías Non-Food. El consumidor está concienciado con el medioambiente y se describe como responsable. A la vez, los fabricantes y distribuidores tienen conciencia medioambiental y la integran en su estrategia aunque consideran que no existe suficiente demanda y que aún es prematuro en nuestro país que el consumidor renuncie a calidad y precio por medioambiente.¿Cuáles son las barreras, entonces? Las rutinas de compra, la identificación de los productos sostenibles –más del 70% de los encuestados considera difícil o muy difícil identificarlos- y, por supuesto, el precio, muy superior al de otros productos, son algunas de las dificultades que se encuentran los consumidores a la hora de adquirir un producto “verde”.
El estudio también destaca que la mayor presencia en el punto de venta responde a fabricantes líderes que han lanzado alguna marca/referencia sostenible, aunque el consumidor sigue manifestando que no hay mucha oferta de estos productos y que están poco señalizados. Las relaciones entre los stakeholder son, también, una barrera adicional.
El informe asegura que el futuro de nuestro modelo económico es “verde”, que hay una oportunidad, pero que es necesario superar las barreras, que aún son numerosas y altas. Las enseñas, por su parte, deben dar ejemplo formando, innovando y colaborando. Los fabricantes y distribuidores tienen que aunar esfuerzos y proyectarse juntos para innovar. Asimismo, se pide una mayor implicación de la Administración para involucrar a todo el mundo y dar ejemplo. La conciencia y la intención de compra del consumidor aumenta: en este último mes, un 72% de los encuestados adquirió un producto de comercio justo y se asumen progresivamente hábitos considerados respetuosos con el medioambiente. Tratar los productos sostenibles como uno más, realizar promociones y aumentar la concienciación a través de la publicidad, pueden ser algunas de las soluciones para impulsar el consumo de productos “verdes”. VPC
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