Marc Puig, presidente de Puig; Pere Alcober, regidor d’Esports del Ajuntament de Barcelona; Damián Ribas, vicepresidente del Comité Internacional del Mediterráneo (CIM) y comodoro del Real Club Náutico de Barcelona (RCNB); y Enrique Corominas, vicepresidente del RCNB, presentaron ayer la III edición de la regata Puig Vela Clàssica Barcelona en el Real Club Náutico de Barcelona.
Durante cuatro días (14-17 julio) los muelles albergarán un auténtico museo flotante, con la presencia de joyas de la náutica de los siglos XIX y XX. Algunos de los vencedores de la pasada edición, como The Blue Peter (RCYC) o el Marigan (RCN Palma) estarán presentes también este año dispuestos a revalidar su título frente a conocidas embarcaciones nacionales y europeas, como el velero clásico de la marina militar italiana Stella Polare de 21,46 m. de eslora o el impresionante Son Fong, construido en 1937 y que participó en la II Guerra Mundial.
Tres categorías
La regata se divide en tres categorías según el modelo y el año de construcción de las embarcaciones, basándose en los criterios del Reglamento del Comité Internacional del Mediterráneo (CIM): Barcos de Época, construidos de madera o metal conforme a los planos originales y botados antes del 31 de diciembre de 1949; Barcos Clásicos, construidos de madera o metal conforme a los planos originales y botados antes del 31 de diciembre de 1975; y Big Boats, embarcaciones con eslora superior a 29 metros.
Precedida del éxito
La regata Puig Vela Clàssica Barcelona nace en 2008 fruto del deseo de la firma Puig y del Real Club Náutico de Barcelona de devolver a la ciudad el espíritu y la tradición náutica que había ostentado a lo largo de su historia.
En la primera edición, se superaron todas las expectativas marcadas por sus impulsores. Una treintena de veleros tan legendarios como el Rosalind (RCN Barcelona), Flika (CN Garraf), Marigan (RCN Palma) o el Tigris, así como los espectaculares Alba (RCN Barcelona), Islander (RCN Barcelona) y el Emeraude (YC Adriático) disputaron el primer título.
Seiscientos regatistas de once países repartidos en medio centenar de embarcaciones dieron la bienvenida a la segunda edición, doblando la participación del año anterior y consolidando la regata a nivel nacional e internacional.
Tanto Marc Puig, presidente de Puig, como Joan Mir, presidente del Real Club Náutico de Barcelona (RCNB) y Damian Ribas, vicepresidente del Comité Internacional de Mediterráneo (CIM) han augurado un gran éxito de barcos y participantes para la actual edición. VPC
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