El ex mandatario hizo especial hincapié en que “para llegar al 2030 en buena forma hay que abordar ya reformas estructurales”. Y es que para González, “en España trabajamos poco, somos poco eficientes. Hay que aumentar la rentabilidad y cambiar las relaciones productivas”. En su opinión la gran asignatura pendiente de nuestro país es ganar en competitividad y, para ello, “hay que mejorar la productividad por hora, ligar parte del salario a esa productividad”. “Yo particularmente no soy partidario de bajar los salarios pero sí de aumentar la productividad, de reducir el absentismo”, decía González. “No podemos competir, ni quiero que lo hagamos, en salarios baratos, tenemos que hacerlo por excelencia”.
El protagonista de la cena de ayer apuntaba que “en España nos falta valor añadido, nos falta tecnología y una reforma de la formación del capital humano”. “Si no hay consenso –afirmaba González- no salvaremos el sistema. No se puede reformar el sistema educativo cada 4 u 8 años”. Y es que “sólo un sistema altamente competitivo puede crear cohesión social y generar empleo”.
Un reto común
En el ámbito europeo, el ex presidente se preguntaba anoche “por qué en la UE, con 500 millones de ciudadanos formados, no hay ningún Google o ningún Microsoft”, algo que explicó como un tema cultural. Por otra parte, apuntó que “Europa se ha dormido en los laureles y puede morir de éxito”. Y es que los países europeos “teníamos una posición común, pero nunca hemos tenido una estrategia común”, lo que, en su opinión, explica nuestra pérdida de peso en el mundo y la compleja situación que estamos atravesando. No obstante, González concluyó que “tanto España como Europa puede superar esta crisis con ventaja”. Deberíamos ser capaces de “ver la coyuntura actual como una sacudida para afrontar los cambios que necesitamos”. VPC
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