Maquillarse la noche de Halloween es un must de niños y adultos y desde Stanpa quieren recordar que, algo tan divertido como maquillarse y que se hace de forma generalizada en el rostro, está en contacto directo con la piel, ojos y mucosas durante horas; por lo que piden prudencia a la hora de comprar un cosmético cuyo origen sea desconocido.
Recomiendan comprar los cosméticos en tiendas de confianza y, si existen dudas sobre su etiquetado o su procedencia, preguntar; asesorarse también sobre qué producto es mejor. Y, si se compra por internet, asegurarse de que se hace en webs oficiales.
Los cosméticos que se comercializan ilegalmente carecen de los controles sanitarios y de seguridad, pudiendo incluir ciertos ingredientes no autorizados para su uso en cosmética, que pueden desencadenar en dermatitis irritativas, alérgicas o reacciones acneiformes.
Desde la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), advierten que, al comprar falsificaciones, se está renunciando a todos los derechos como consumidor. El producto carece de garantía en caso de defecto o no conformidad del mismo, dejando al consumidor indefenso ante cualquier incidencia.
Los falsificadores aprovechan la viralidad de internet y suplantan la reputación de las marcas, su tráfico e incluso las ventas de las marcas legales, indican desde la plataforma Red Points. En perfumería y cosmética, el 50% de las falsificaciones se concentran en RRSS.
Según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), el sector de la cosmética y los perfumes en España es el 2º de mayor impacto porcentual en Europa sobre las ventas (16%), casi el doble de la media europea. Esto se traduce en pérdidas de casi 1.000 millones de € y más de 8.000 empleos para el sector.