Al mismo tiempo, los consumidores tienen menos tiempo para cuidarse y opta por rutinas más sencillas de higiene y belleza que dan opciones a nuevos productos.
Por otro lado, el consumidor está más informado que nunca, y esto le hace ser más exigente e inconformista.
Nos encontramos ante un shopper omnicanal que compra sobre todo en el canal food pero va dando cada vez más espacio al e-commerce.
La naturalidad es una tendencia cada día más presente entre los consumidores, y esto contribuye a que se venda cada día menos cosmética decorativa y más productos de cuidado facial que hidratan y nutren la piel, con la finalidad de mostrar una apariencia cuidada, saludable y natural.
Todo esto ayuda a entender que nos enfrentamos a un consumidor preocupado por su aspecto y cuidado personal, más informado, con poco tiempo y que puede comprar en cualquier momento y desde cualquier lugar. Y es por ello que la industria debe hacer entender al consumidor de una manera rápida e inequívoca que sus productos son el medio de conseguirlo.
Fuente: 22 Beauty Obsession. Mencía de Garcillán López-Rua. Enero 2020