Tres de cada diez españoles considerarían cambiar de empleo para teletrabajar más si su empresa le redujera esta posibilidad, según se desprende del estudio “La vuelta a la oficina: I Informe sobre el presente del trabajo en España”, llevado a cabo por la consultora Sondea en colaboración con Evolutio, compañía experta en la integración de servicios cloud y soluciones de experiencia de empleado, y Zoom. El informe, para el que se han recabado respuestas de más de 1.000 trabajadores de entre 18 y 65 años de edad residentes en España que trabajan en actividades de oficina (presencialmente o teletrabajando), señala que la cifra es especialmente alta entre la población más joven: entre los 18 y los 24 años, asciende al 38,18%.
El estudio también indica un regreso generalizado a la oficina, si bien muchas empresas han optado por modelos híbridos. De esta manera, recoge que 2 de cada 3 encuestados trabajan principalmente en oficina (67,83%), siendo el 33,27% los que trabajan siempre en oficina y el 34,56% los que combinan oficina y teletrabajo. Por otra parte, 1 de cada 3 principalmente utiliza el teletrabajo (32,17%), porque teletrabaja siempre (10,96%) o porque principalmente teletrabaja y de vez en cuando va a la oficina (21,22%). Cabe destacar que trabajan siempre en la oficina en mayor medida los encuestados de clase social media y baja, quienes tienen ingresos inferiores a 3.000 € y quienes tienen un nivel de estudios medio.
Cambios culturales: los más jóvenes prefieren reuniones digitales para vestir cómodamente
Algunas de las principales conclusiones del estudio se centran en el impacto cultural de la adopción masiva de las herramientas de colaboración y videoconferencia. Por ejemplo, en torno a las ventajas que los encuestados encuentran en las reuniones online. Prácticamente la totalidad de los encuestados (97,81%) percibe ventajas con respecto a las reuniones presenciales, siendo la más destacada el poder realizarlas desde cualquier lugar, seguida del ahorro de tiempo y la ayuda a la conciliación de la vida profesional y personal.
Por otro lado, los jóvenes de 25 a 34 años, en mayor medida que el resto de grupos, afirman que las herramientas de videoconferencia y colaboración tienen funcionalidades extra como la grabación de la reunión, la toma de notas o la posibilidad de intercambiar archivos y documentos fácilmente. El estudio también pone de manifiesto que los más jóvenes (18 a 24 años) indican en mayor porcentaje que el resto que este tipo de tecnología les permite realizar reuniones con mayor libertad respecto a la vestimenta o de forma más informal.
Cambios en la productividad: más reuniones, pero más fructíferas
Para el 48,21% de los españoles que trabajan en oficina o teletrabajan, la adopción masiva de herramientas de videoconferencia y colaboración ha producido un aumento en el número de reuniones, mientras que para el 42,93% este cambio no ha afectado y siguen teniendo el mismo número de reuniones que antes. Por otra parte, para el 50% la duración de las reuniones es la misma que antes, mientras que para el 32,17% el uso masivo de estas herramientas ha hecho que aumente la duración de las reuniones y para el 17,83% ha hecho que disminuya.
En paralelo, el informe muestra que cerca del 40% de españoles (38,65%) opina que la calidad y la productividad de las reuniones ha mejorado. Además, el 45,92% de los encuestados opinan que estas herramientas o bien mejoran su productividad y les ayudan a trabajar mejor, en buena medida, debido a la facilidad de uso.
Más de mitad de los encuestados no ha tenido que realizar ninguna adquisición o reforma para adecuar su espacio al teletrabajo (51,29%), mientras que cerca del 50% sí tuvo que hacerlo. Los que sí lo hicieron, principalmente, tuvieron que comprar equipo tecnológico para trabajar mejor (27,49%), aunque también se llevaron a cabo reformas en el mobiliario (11,65%) o ambas opciones (9,56%).
En este sentido, los españoles encuestados de 18 a 34 años, en mayor medida que el resto de grupos, han llevado a cabo reformas o cambios de mobiliario en el hogar para adecuar su espacio de teletrabajo, mientras los hombres con ingresos en el hogar de más de 3.000 €, en mayor porcentaje que el resto, han comprado equipos tecnológicos para teletrabajar mejor.
Por otra parte, el 51,29% los encuestados considera que su empresa le proporciona los medios necesarios para mantener reuniones remotas de calidad, aunque el 29,68% echa de menos más ayuda y recursos por parte de su empresa. Cabe destacar que hay un 27,49% de trabajadores que actualmente considera que no está recibiendo los medios necesarios.
Finalmente, como conclusión destaca el hecho de que, aunque tuvieran que volver a un puesto con el mismo grado de presencialidad prepandemia, más de la mitad de las personas entrevistadas trataría de usar más este tipo de herramientas (53,49%). Solo un 15,84% trataría de usarlas en menor medida.
En palabras de Manuel Beltrán, director de desarrollo de negocio de Customer Experience en Evolutio, “es un hecho que el confinamiento y, ahora, la vuelta a las oficinas, han cambiado en gran medida la experiencia de los empleados. Atravesamos un momento disruptivo para los modelos de trabajo y es importante que desarrollemos una conciencia basada en evidencias sobre cómo colaboramos y trabajamos, y lo que la tecnología puede hacer por nuestras empresas. Sin duda, no existe un modelo único para todas las organizaciones y, tal y como arrojan los datos, cada empresa debe dibujar un itinerario único para garantizar su competitividad mediante modelos de colaboración personalizados”.