Stanpa quiere transmitir un mensaje de tranquilidad tras la información publicada recientemente por la OCU en base a un análisis que cuestiona la seguridad de tres marcas de máscaras de pestañas por incluir en su composición trazas de sustancias prohibidas, como el formaldehído o el níquel.
Las alegaciones de la OCU son extremadamente alarmistas y cuestionan la seguridad de los productos cosméticos, sujetos a un Reglamento Europeo que constituye una de las normativas más seguras a nivel mundial, cuyo principal objetivo es lograr un elevado nivel de protección de la salud humana. Esta normativa exige que todos los productos cosméticos, antes de su introducción en el mercado, sean sometidos a un exhaustivo análisis de seguridad por parte de un experto, el cual analiza el producto y asegura la protección del usuario.
Por tanto, pese a que OCU admite que la totalidad de los cosméticos analizados cumplen con la legislación, de manera deliberada cuestiona dicha legislación creando un alarmismo desproporcionado e innecesario en el consumidor.
Además, cabe destacar que el Reglamento 1223/2009 sobre productos cosméticos establece lo siguiente:
- “Los productos cosméticos no contendrán las sustancias prohibidas, recogidas en el anexo II del propio Reglamento (artículo 14).”
- “La presencia fortuita de pequeñas cantidades de una sustancia prohibida, procedente de impurezas de ingredientes naturales o sintéticos, del proceso de fabricación, del almacenamiento o de la migración desde el embalaje, que sea técnicamente inevitable en las buenas prácticas de fabricación, se permitirá siempre y cuando sea conforme con el artículo 3 (Los productos cosméticos que se comercialicen serán seguros para la salud humana cuando se utilicen en las condiciones normales o razonablemente previsibles de uso) (artículo 17).”
Todo esto reafirma el mensaje de que la cosmética es un sector altamente regulado y concretamente la regulación europea es una de las más estrictas y avanzadas del mundo.
En este sentido, merece la pena recordar que en cosmética se utilizan más de 3.000 ingredientes, según el glosario de la Comisión, de los cuales, entre 50 y 100 están siendo sometidos a algún proceso de revisión (es decir, un porcentaje inferior al 3% del total), práctica que responde al progreso científico y cuya finalidad última no es otra que reforzar la seguridad de los productos cosméticos.