Crecen las inversiones para que la industria y los procesos de las cadenas de suministro en España sean más sostenibles y se acerquen a los objetivos marcados por la Agenda 2030 de la Unión Europea. Según el estudio ‘Retos de las Supply Chain Globales’, publicado por EAE Business School, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, España destinará 4.556 millones de euros en 2023 a la Política Industrial, una partida de fondos provenientes de la UE a través del Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia, destinados a impulsar la industria, la eficiencia energética y la digitalización de los procesos. Se trata de un crecimiento del 43% con respecto a la inversión que se hizo bajo este mismo programa en 2022.
“Las inversiones en sostenibilidad para adaptar procesos directos e indirectos de la cadena de suministro se han visto significativamente aumentadas tanto en empresas públicas y privadas como también en los gobiernos y otras organizaciones.”, cuenta Mireia Ríos, profesora de EAE Business School y autora, junto con los también profesores Miquel Serracanta y Gustavo Ramírez del estudio. “En la mayoría de los casos, estas inversiones también son atraídas por clústeres emergentes creados para mejorar la competitividad de las empresas”, añade la profesora Ríos.
España cuenta con más de 3 millones de empresas, de las cuales el 5,6% representan el sector industrial, y con el tejido empresarial concentrado en un 60% entre Cataluña, Madrid, Andalucía y Valencia. “Desde hace tiempo, uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las empresas es mejorar la gestión de la sostenibilidad en la cadena de suministro, porque cualquier decisión relacionada tiene un impacto relevante por su alcance global en todos los puntos de la cadena”, cuenta Ríos. “Actualmente vivimos en lo que se conoce como década de la acción, en la que todos los países miembros de la OECD están comprometidos con la agenda 2030” apunta la profesora.
El estudio de EAE Business School señala que las empresas se han replanteado cómo abordar la sostenibilidad a través del rediseño de sus procesos, fomentando la economía circular y evitando el desperdicio. Para ello, las compañías cada vez más operan bajo el concepto de triple cuenta de resultados, que encuentra la sostenibilidad en la convergencia de tres elementos: la sociedad, el medioambiente y la economía. “A pesar de los esfuerzos, todavía existen procesos y modelos de consumo insostenibles, por ello surge la necesidad de integrar la sostenibilidad, la gestión del talento y la digitalización en la cadena de suministro. Se trata de tres pilares fundamentales para identificar las debilidades de dicha cadena y convertirlas en oportunidades”, apunto Ríos. Así, el estudio de EAE Business School analiza las cadenas de suministro desde esta triple perspectiva: de sostenibilidad, de talento y de digitalización.
AUMENTO EN EL SUMINISTRO DE PILAS Y BATERÍAS
Del estudio también se desprende que en la próxima década se espera que aumente la demanda de baterías debido a la creciente adopción de vehículos eléctricos. Según el Consejo Europeo, la cantidad de vehículos eléctricos en circulación aumentará de 1,8 millones en 2019 a 30 millones de vehículos eléctricos en circulación en 2030. Esto se traducirá en un gran aumento en la demanda de pilas y baterías, por lo que la UE tiene el objetivo de liderar la producción mundial y obtener una cadena de suministro europea circular y sostenible para éstas.
“Uno de los desafíos identificados en el estudio realizado por EAE Business School es la construcción de giga factorías en Europa para lograr la autosuficiencia energética en los próximos años”, sostiene la profesora Ríos. “La Comisión Europea ha establecido un objetivo ambicioso para conseguir una posición de liderazgo en la producción mundial de baterías, especialmente para abastecer al mercado de automoción, dónde la financiación europea será clave para la creación de estas giga factorías”, añade.
La demanda estimada de baterías para el vehículo eléctrico producido en Europa en 2040 será de un total de 1.200 Gwh por año. Se espera contar con unas 80 giga factorías con un promedio de capacidad de 15Gwh por año en 2040. Mientras tanto, se trabaja para alcanzar un mínimo de 40 giga factorías en 2040 que supondría solo el 50% de la demanda base del mercado europeo. España contará con cuatro fábricas de baterías para coches eléctricos ubicadas en Sagunto (Valencia), Barcelona, Badajoz y Vitoria.
RETOS EN LA CAPTACIÓN DE TALENTO
Los cambios tan rápidos que están viviendo las empresas en sus funciones de supply chain y logística también están afectando a la captación de talento. Según el estudio, hay una alta demanda de profesionales capacitados en análisis de datos y gestión de información sobre escenarios futuros, previsibles e improbables. “Los puestos como planificador (de demanda, inventarios, producción o suministro) son los que mayor número de vacantes están generando en todos los sectores y países”, comenta el profesor Miquel Serracanta, Director de los Másters de Supply Chain de EAE Business School Barcelona.
“Las nuevas tecnologías para la eficiencia de las cadenas de suministro globales requieren de mayor talento para su adecuada implementación y gestión, y por ello se genera la necesidad de que los profesionales tengan cada vez mayores habilidades de aprendizaje: para adoptar rápidamente las nuevas tecnologías que van surgiendo”, apunta Serracanta.
Según el estudio, la situación del mercado actual ha provocado que, hoy por hoy, el poder en las negociaciones de selección de personal lo tengan los candidatos. “Ellos deciden si se apuntan o no a una oferta, si les interesan o no las compañías, sí contestan o no a los múltiples mensajes por Linkedin que reciben”, dice Serracanta.
Por otro lado, la digitalización en los procesos de cadenas de suministro ha permitido una serie de mejoras globales, como la anticipación de posibles impactos y necesidades futuras, la implementación de inteligencia artificial para agilizar tiempos de ejecución y evitar errores humanos.
“La digitalización en las distintas cadenas de suministro es heterogénea, sin embargo, todas persiguen unos objetivos claros: tener una visión integral, capacidad de automatizar procesos y su correspondiente uso de análisis de datos y una alineación con su estrategia digital y de sostenibilidad”, expresa el profesor Gustavo Ramírez.
