Fue Jean Paul Gaultier quien puso faldas a los hombres: ¡escándalo! Le dio a Madonna unos pechos cónicos supersónicos: ¡escándalo! Subió a desfilar sobre la pasarela a gente de la calle y de la noche: ¡escándalo! Rompió los códigos del género antes que nadie: ¡escándalo! A su colección de primavera-verano del 88 la llamó La portera está en la escalera: ¡escándalo! Queda claro que siempre ha aborrecido lo políticamente correcto. Jean Paul Gaultier fue el primero en escandalizar. Así que ¿quién sino podía firmar... Scandal?/p>
La nueva fragancia Scandal es el perfume de las mujeres libres y fuertes. Por la mañana, a Madame la Ministre rezuma seriedad inmersa en sus papeles. Por la noche, a Madame La Ministre, no hay noctámbulo que la gane. Se atreve con todo y, más que papeles, acumula aventuras. Dos mundos bien diferenciados... hasta el día en que una fotografía de Madame La Ministre inunda las redes sociales: ¡qué escándalo!
La forma de Scandal rebosa alegría. ¿Creíamos que los frascos de Gaultier eran solo torsos? ¡Abramos paso a las piernas! Este par de piernas demuestra la ligereza con la que podemos sumergirnos en un perfume y en la noche parisina.
El fondo de esta fragancia celebra la vida. De día, un aroma a miel dulce y fresca que huele a gardenia y naranja sanguina y nos transporta casi a nuestra infancia. Por la noche, el pachuli confiere a ese aroma a miel un carácter sensual y sinvergüenza. La perfumista, Daphné Bugey (en colaboración con Fabrice Pellegrin y Christophe Raynaud) solo tenía una idea en mente: crear un perfume que pudiera encarnar completamente a la mujer. Y a ellos tres les debemos Scandal. Scandal, ¡un perfume de escándalo que encarna también a la perfección la esencia de Jean Paul Gaultier!