Tras Bois d'Iris y Bois Doré, Van Cleef & Arpels revela una fragancia inédita protagonizada por una madera excepcional: construida en torno al cedro, Bois d'Amande evoca los efluvios misteriosos y apetitosos de un almendro soñado.
A la sombra de los almendros Bois d’Amande es un viaje inmóvil, un vagar imaginario. “Para componer esta nueva fragancia yo tenía en mente la imagen de los almendros bajo el sol de Italia”, cuenta la perfumista Sidonie Lancesseur. “Quise crear un hermoso contraste entre la verticalidad de las notas amaderadas y la ternura irresistible de un acorde de almendra y un fondo de vainilla”.
Las notas amaderadas que estructuran el perfume son las del cedro de Virginia, un árbol singular que crece por todo el este del continente norteamericano, desde las orillas del río Saint-Laurent, en Canadá, hasta Florida. En el corazón de Bois d'Amande, las cálidas notas del cedro están recubiertas con un acorde empolvado y almendrado cuya dulzura está sublimada, en el fondo, con almizcles avainillados. Una nube aterciopelada y envolvente que viste la piel con un halo tan delicado como un velo de seda.