Hace treinta años, Issey Miyake expresó un deseo olfativo nunca antes esbozado. Con su primer perfume, anhelaba recrear el aroma de una gota de agua en la piel de una mujer. Para satisfacer esta voluntad inédita e inesperada, el perfumista Jacques Cavallier creó L’Eau d’Issey. Más que un perfume, fue la primera emanación de toda una nueva categoría olfativa: las fragancias acuáticas.
Gracias a una dosis excesiva de una molécula sintética, el Calone, fue posible percibir el estimulante chapoteo del agua, casi salado, en la piel. La piel de una mujer, simbolizada por pétalos blancos, vaporosos y sensuales. Esto ocurrió en 1992.
Dos años más tarde, aparecía una fragancia masculina, como un torrente de especias amaderadas, formando así un dúo de culto durante 30 años.
Hoy, Issey Miyake presenta Eau&Magnolia y Eau&Cèdre, dos fragancias que celebran el encuentro de los elementos con una delicadeza sin precedentes, algo que siempre ha caracterizado a la maison. Una declaración de amor hacia el agua, elemento cambiante en sus encuentros con la naturaleza salvaje. Una oda a la belleza del mundo vegetal, a sus materias brutas, a la inusitada variedad de sus texturas, a su innata sensualidad. Una renovación de las Eaux d’Issey que celebra su historia, pero que al mismo tiempo impulsa a la maison en su rumbo hacia el mañana en su constante deseo de innovación al servicio de la naturaleza.
Dos interpretaciones presentadas en nuevas versiones de los frascos icónicos de la maison. El refinado frasco de vidrio contrasta ahora con un tapón de madera de fresno, que simboliza el encuentro entre la pureza absoluta del agua y la naturaleza sensorial y genuina de la madera. Una impresión de naturaleza viva a primera vista.
L'Eau d'Issey Eau&Magnolia
El agua ondulante, a la vez fresca y envolvente, se encuentra con la magnolia, una flor traviesa, aérea, luminosa y delicadamente femenina. Una conexión casi divina de dos elementos: el agua, extremadamente sedosa sobre la piel, y el aire repleto de luz que fluye a través de los pétalos de magnolia. Una infusión de flores, como un rocío vibrante, bañado por la luz del sol. Un Eau de Toilette Intense casi inalcanzable, como un sueño y, sin embargo, ultra adictivo.
Daphné Bugey, perfumista estrella de Firmenich, es la creadora de esta partitura de increíble delicadeza.
¿Su secreto? Una molécula innovadora, el Aquozone®, que despliega un perfume facetado, a la vez floral y acuático, delicado y potente. Como un rocío aterciopelado, sostenido por el jugoso destello de la bergamota y suavizado por el nerolí.
Flor emblemática en perfumería, la magnolia revela un aura magnética en su irresistible dualidad, tan aérea como sensual sobre la piel. Un ramillete de rosas cincela sus matices más femeninos, mientras un soplo solar sublima el terciopelo de cada pétalo y la sensualidad de su corazón. Una nota de fondo de madera de sándalo intensifica la adicción, que imprime la estela en la piel y la envuelve en tiernos almizcles. La evidencia de una sensualidad simple y pura.
L'Eau d'Issey pour Homme Eau&Cèdre
Como una colisión de elementos, el agua y la madera se encuentran en este Eau de Toilette Intense que explora la potencia de lo masculino en su máxima expresión. La humedad untuosa del agua contrasta con la madera seca y vibrante del cedro para que su potencia encuentre movimiento y fluidez. Como si el agua diera forma a la madera sin socavar su fuerza, sino al contrario, revelando la esencia energética de su savia con transparencia.
Marie Salamagne, estrella de la casa Firmenich, es la autora de esta vibrante interpretación que explora la cruda intensidad de los elementos, la madera y el agua, el agua y la madera.
Como una poderosa llamada de la naturaleza, un acorde de pomelo matizado con cardamomo y ciprés verde se propaga en la salida. Esta frescura ardiente alza el vuelo, mientras que el cedro aparece con toda su potencia y su arraigo a la tierra. La majestuosa madera, a la vez tranquilizadora y rugosa, se embriaga con un acorde de Calone, una molécula sintética que encarna la fluidez del agua. El cedro se vuelve más dúctil, más transparente y también más sensible, como si cobrara vida. Otras notas amaderadas añaden cuerpo a este bosque majestuoso, el vetiver, elegante y delicado, y el pachulí, más profundo. Una oda a una nueva, cautivadora y sutil virilidad.
El sutil arte del diseño
Con cada creación, Issey Miyake cultiva el lujo de lo esencial, un enfoque minimalista del diseño donde cada elemento elegido tiene un valor particular, un significado preciso, donde nada es nunca gratuito. Y los perfumes no son una excepción. Cuando salieron al mercado, L’Eau d’Issey y L’Eau d’Issey pour Homme marcaron su época a través de su diseño puro y sencillo, que se reveló absolutamente atemporal. Treinta años después, estos frascos esenciales resultan más contemporáneos que nunca.
Ahora, con Eau&Magnolia y Eau&Cèdre, Issey Miyake explora el contraste entre los elementos con tapones de madera en bruto. Por primera vez, los tapones clásicos se sustituyen por auténticas piezas de madera originales, todas ellas diferentes por su color y veta naturales. El agua se topa con la naturaleza, literalmente, con estos frascos suaves y translúcidos, rematados con tapones potentes y texturizados, en color caqui estilo madera de cedro para la fragancia masculina, y en color nude cremoso para la femenina.
Un compromiso con la naturaleza
Cómo se puede rendir homenaje a la naturaleza sin firmar un compromiso por su protección? En Issey Miyake, esto se traduce en acciones concretas.
Los frascos están fabricados con un 20 % de vidrio reciclado PCR. En lugar de tratar la fragancia con ingredientes que en la actualidad suscitan controversia, la fórmula se protege gracias a su vidrio, que contiene un revestimiento anti- UV más ecológico. Los tapones de madera de fresno son de una sola pieza, lo que evita realizar un montaje que consume mucha energía.
Las fragancias son veganas, tienen el certificado Biorius contienen un alto porcentaje de ingredientes naturales, un 85 % en Eau&Magnolia y un 91 % en Eau&Cèdre. La mayoría de estos ingredientes también se obtienen de forma responsable para beneficiar a las comunidades que los producen: es el caso del cardamomo, el vetiver y el pachulí para la fragancia masculina y el nerolí para la femenina. Por último, algunos de ellos incluso poseen la gran virtud de proceder del suprarreciclaje, como el cedro, el cardamomo y el ciprés para Eau&Cèdre y el Aquozone® para Eau&Magnolia.
Una campaña evocadora
Dirigida por Matthieu Trauttman, la campaña captura la esencia de la naturaleza en forma de un diálogo entre el agua y los demás elementos, las flores y la madera. La campaña revela la belleza de las materias brutas en su máxima expresión. La flor de la magnolia se muestra a la vez carnal y delicada, iluminada por el rocío junto al frasco de L’Eau d’Issey Eau&Magnolia. Todo el poder del cedro se expresa con esta rama, que revela la increíble riqueza de su textura, haciéndose eco del tapón de L’Eau d’Issey pour Homme Eau&Cèdre. ¿Quién necesita una musa cuando la naturaleza es tan hermosa?