Según un nuevo informe publicado hoy por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), los daños económicos y sociales provocados por el comercio de falsificaciones privan a los Gobiernos de ingresos y pueden servir de apoyo a formas graves de delincuencia, como el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.