En Cataluña operan en torno a 3.000 centros de estética, que dan empleo a más de 9.000 profesionales, en su mayoría mujeres empresarias, y que representan una pieza clave de estos pequeños negocios. El cierre de estos centros supone pérdidas que oscilan entre los 9 y los 11 millones de euros por cada semana de cierre, y representa un grave impacto para un sector que ha aplicado rigurosas medidas de seguridad frente a la Covid-19.