Carolina Herrera prosigue su exploración de la feminidad contemporánea en Very Good Girl, un Eau de Parfum opulento y sorprendente basado en la dualidad que vertebra la familia Good Girl.
Las transformaciones sociales de estos últimos años han demostrado que no hay una única interpretación válida de lo femenino en el mundo de hoy. La delicadeza y la fuerza, la inteligencia y la belleza, la capacidad de decisión y la empatía no son valores opuestos, sino complementarios, y en esa naturaleza poliédrica e imprevisible es donde reside la belleza de ser mujer. Very Good Girl inaugura una nueva aventura olfativa y da un giro de guión inesperado: si las fragancias previas indagaban en el poder subversivo del jazmín o el haba tonka, este nuevo Eau de Parfum sube la apuesta y mide sus fuerzas con la rosa, una flor con carácter que aquí se adentra en nuevos territorios.
La rosa y el vetiver: un idilio olfativo de alto contraste
Very Good Girl es una fragancia Floral Afrutada cuyo trayecto olfativo comienza con la grosella, una baya silvestre juguetona y llena de picardía que se une al exotismo frutal del litchi en un acorde de salida que no deja a nadie indiferente.
Es ahí donde entra en juego la rosa, una flor imposible de reducir a una única faceta o definición. Es una de las materias primas más importantes en la historia de la perfumería y ha sido interpretada de mil maneras diferentes. Su fragancia envolvente y seductora huye de convencionalismos y siempre se guarda un as en la manga. Y eso es precisamente lo que logra la perfumista Louise Turner en este nuevo capítulo del universo Good Girl. Aquí la rosa despliega matices cremosos y empolvados, una sobredosis de romanticismo olfativo tan compacta, cálida y sedosa como el labial rojo más seductor del mundo.
Esta declaración de amor a este ingrediente lujoso e inagotable ya sería suficiente para justificar la existencia de cualquier fragancia, pero Louise Turner no se caracteriza por ser una perfumista conformista. Por eso Very Good Girl esconde un último golpe de efecto: un fondo de vetiver, una materia prima que evoca el olor de la madera y que suele emplearse en perfumería masculina. Está presente, por ejemplo, en Bad Boy, pero también en Good Girl Suprême, un contrapunto sorprendente y muy contemporáneo que en esta nueva fragancia une fuerzas con la calidez de la vainilla.
El resultado es una fragancia floral que exalta la belleza natural de las materias primas sin renunciar a nuevas formas de creatividad. “La moda no es revolución, sino evolución”, suele afirmar Carolina Herrera, y esta máxima es plenamente aplicable a esta nueva fragancia que declina la rosa con una estética tan actual como el que emplea Wes Gordon al emplear materiales atemporales como la seda o el cuero. Por eso Very Good Girl no solo es un tour de force olfativo, sino también una fragancia lista para llevar y disfrutar en el mundo de hoy.
Nuevo objeto de deseo
Es imposible hablar de Good Girl sin aludir al frasco en forma de zapato de tacón vertiginoso, imposible e irresistible que lo ha convertido en un objeto de deseo global desde su lanzamiento en 2016. En Very Good Girl este tótem contemporáneo adquiere un acabado único a través de un lacado interior
en rojo, el color más emblemático de Carolina Herrera y un elemento imprescindible en sus colecciones de moda, complementos y maquillaje. Símbolo de la pasión y de la alegría de vivir que dan razón de ser a la casa, aquí se impregna de elegancia, sofisticación y belleza y convierte a Very Good Girl en una fragancia más Good Girl y más Carolina Herrera que ninguna otra.