Coty, en su 120 aniversario, recoge la tradición e innovación de sus predecesores y presenta Infiniment Coty Paris. Una colección de 14 perfumes nicho potenciados por la avanzada tecnología “Molecular Aura” que potencia el sillage del jugo hasta 30 horas. Sue Nabi y Nicolas Vu, cerebros y corazón de la línea, han desarrollado esta creación como un nuevo amanecer de la perfumería.
El lenguaje de Infiniment Coty Paris es el de una naturaleza aumentada por una ciencia de vanguardia. La llamada Molecular Aura, es una tecnología patentada que controla la evaporación de las moléculas olfativas, trascendiendo el carácter efímero de las notas altas y de corazón que han dictado la expresión de la fragancia hasta ahora. Así, cada elixir nace por una suma de ingredientes que conviven dentro del frasco con cuatro elementos: fragancia concentrada, agua purificada, alcohol reciclado y Aura Molecular.
La colección de 14 fragancias se divide en tres familias olfativas; “Soy el amanecer”, que incluye los aromas más frescos Matin de Jade, Atomes Crochus, Les Mots Doux y J’ai trois amor, con un punto más intenso se presenta “Soy el día” y sus Entre Gendres, Soleil d’ikosim, Aristo Chypre, Encore Uno Fois, Noir Encens, y, por último, “Soy el atardecer”, la categoría más profunda, a la que pertenecen Or de Moi, Santal a la Vida, Un Parc de Roses en Alabama, L´Amour Pourpre y Après L´Amour.
Todas ellas representan un viaje por las sensaciones humanas positivas; cada una de ellas es sinónimo de una emoción aprobada por la neurociencia, por lo que cada perfume es un generador de sentimientos. Para traducir estas emociones, Sue Nabi y Nicolas Vu, han contado con el artista tipográfico Tristán Bartolini, creador el primer alfabeto no binario. Los ideogramas diseñados para Infiniment Coty Paris asocian cada perfume a 14 historias que hablan de placer, sensualidad, autoestima…
Por su parte, cada frasco está hecho para ser apilado y ensamblado con el siguiente, contribuyendo así al nacimiento de una obra de arte. Un lienzo en vidrio similar a un nuevo territorio de expresión donde el arte y la fragancia se unen a través del lenguaje de la emoción y la creación. Infinitamente recargable, la botella está diseñada para conservarse y no desecharse nunca. El frasco es pura sencillez, acompañado de su estuche igualmente minimalista y ultraligero, que actúa como una segunda piel protectora de la planta, diseñada para conservarse con el aroma.