El cabello refleja absolutamente el estado de salud de las personas. De hecho, siempre que hay alguna carencia nutricional, toxinas, dolencias que afecten al metabolismo... se notará en el crecimiento, en la calidad y por supuesto en la caída del cabello. Incluimos dolencias de tipo psicológico, como ser el estrés, las depresiones o el insomnio. También hay que considerar el tipo de dieta y las rutinas diarias. Además, de problemas del cabello en sí o del cuero cabelludo. Es por ello que siempre aconsejo que los tratamientos no sean solo tópicos sino también internos, recurriendo a la nutricosmética.
(Por Meritxell Martí, bloguera de belleza y salud y farmacéutica, publicado en el número 433 de Ventas de Perfumería y Cosmética)