A los 17 años, Solange Dessimoulie dejó su región natal, Perigord, para trasladarse a París a formarse como esteticista. Fue en ese momento cuando comenzó su amor por la belleza y el deseo de crear algo nunca visto. Con apenas 30 años fundó la sociedad con la que había soñado; se asoció con un médico y un farmacéutico, y durante la década de los 70’ revolucionaron el mundo de la cosmética elaborando productos que sólo contenían ingredientes naturales, pero que eran altamente eficaces. Empezaron así a desarrollar el concepto de fito-belleza unido a un método de dígito presión. Y esto sólo era el principio.