Pedro Catalá, cosmetólogo, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty.
Es innegable, la industria de la belleza está repleta de nuevas tendencias e ingredientes estrella llamados a convertirse en la solución universal a casi todos los problemas.
Ha sucedido con el cuidado facial y corporal y cada vez más, se extiende al capilar. Pero cuando se trata de la salud del cabello, hay una base científica que vale la pena explorar.
Aminoácidos y salud del cabello
Es el caso de los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas, que se ha demostrado que juegan un papel vital en la salud del cabello. Si vamos más allá del ruido generado por campañas publicitarias y exploramos la ciencia detrás de ellos, descubrimos que juegan un papel crucial para impulsar el crecimiento del cabello, su fuerza y su manejabilidad.
El pelo está compuesto principalmente por una proteína llamada queratina. Los aminoácidos actúan como los componentes básicos de esta proteína, proporcionando los cimientos para un cabello fuerte y saludable. Hay dos tipos principales de aminoácidos: esenciales (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina) y no esenciales (alanina, arginina, asparagina, ácido aspártico, cisteína, ácido glutámico, glutamina, glicina, prolina, serina y tirosina). El cuerpo solo puede producir estos últimos, los esenciales debemos obtenerlos a través la dieta, pero también a través de nutricosméticos o tratamientos tópicos.
La buena noticia es que a través de la cosmética capilar podemos proporcionar al cabello los aminoácidos esenciales y no esenciales que ofrecen una multitud de beneficios que realmente pueden transformar la salud capilar.
Son únicos a la hora de contribuir en la integridad estructural del cabello, haciéndolo fuerte y resistente a la rotura. Los aminoácidos cisteína y metionina son vitales para la formación de puentes disulfuro, que le dan al cabello su elasticidad y fuerza. Esa elasticidad hace, además, que el cabello sea flexible y por lo tanto no se rompa ni se quiebre.
También juegan un papel en la reparación de la fibra capilar dañada por el uso de herramientas térmicas y otros factores ambientales estresantes. Lo hacen proporcionando los componentes básicos para la síntesis de queratina.
Pero sus beneficios van más allá. Los aminoácidos ayudan a suavizar la cutícula del cabello, dando como resultado una textura más suave y un brillo mejorado. Otra de sus propiedades demostradas es que estimulan del crecimiento del pelo: al ser los componentes básicos de las proteínas, están directamente involucrados en la síntesis de queratina. La queratina es la proteína que le da estructura al cabello, y su producción es esencial tanto para la regeneración del cabello como para la salud general del folículo piloso. Además, algunos aminoácidos actúan como vasodilatadores, mejorando la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. Este aumento del flujo sanguíneo asegura un suministro eficiente de oxígeno y nutrientes vitales a los folículos pilosos, creando un entorno óptimo para el crecimiento.
Por último, contribuyen también a la producción de colágeno, una proteína crucial para mantener la integridad estructural del cabello y apoyar la salud de las células foliculares.
Los 7 más efectivos
¿Son todos los aminoácidos iguales?, ¿valen todos para el cabello? Después de mucho investigar y de estar muy al día de los estudios e investigaciones científicas disponibles, para mi son siete los aminoácidos más efectivos para el cabello y que además han demostrado eficacia en fomentar el crecimiento del cabello.
El primero de ellos es la tirosina, un aminoácido imprescindible para la producción de melanina, que determina el color del cabello. Niveles bajos de tirosina se han relacionado con la caída del cabello inducida por el estrés.
La cisteína por su parte es conocida como el “superhéroe del cabello” porque es vital para construir un pelo fuerte y resistente. Forma enlaces disulfuro que aportan elasticidad y fuerza, evitando la rotura. También ayuda a transportar minerales esenciales como el hierro y el zinc, cruciales para el crecimiento saludable del cabello.
Otra que forma parte de este grupo de siete imprescindibles es la metionina, que previene la caída y rotura del cabello. Además, protege el cabello del daño de los radicales libres, que pueden debilitarlo y dejarlo más opaco.
La prolina es producida en pequeña cantidad por nuestro cuerpo, pero es esencial obtenerla a través de la dieta y reforzar su aporte de manera tópica. La prolina es fundamental para la formación de colágeno, un componente clave de la estructura del cabello.
Destacamos también la lisina, muy importante para la formación de colágeno, es además es crucial para el crecimiento del cabello. Las deficiencias de lisina se han relacionado con la caída del cabello.
La arginina estimula los folículos pilosos, promoviendo el crecimiento y la salud del cuero cabelludo. Investigaciones sugieren que la arginina puede proteger el cabello del daño por peróxido de hidrógeno y mejorar el flujo sanguíneo al cuero cabelludo, alimentando el crecimiento saludable del pelo.
Y por último la glicina ayuda a reducir las hormonas del estrés que pueden contribuir a la caída del cabello. La glicina también favorece la salud del cabello al promover la producción de queratina.
Una vez analizado lo que los aminoácidos hacen por la salud capilar y los tipos, conviene señalar que es importante buscar productos que contengan una variedad de aminoácidos, no solo uno o dos, para asegurar que el cabello reciba un chute completo de los componentes básicos que necesita. Y optar por marcas de renombre que utilicen aminoácidos hidrolizados de alta calidad. La hidrólisis descompone los aminoácidos en moléculas más pequeñas, permitiendo una mejor penetración en la fibra capilar.
Por último, también es importante recordar que, dependiendo del tipo de cabello, serán más recomendables unos u otros tipos de aminoácidos. Cuando se trata de un cabello seco, los mejores aliados son aminoácidos hidratantes como la cisteína y la metionina. Mientras que un cabello dañado deberá optar por aminoácidos reparadores como la arginina y la glicina.