Sandra Iruela, CEO Escuela de perfumería Sandir
"Mientras que los perfumistas son los artistas que crean aromas, los evaluadores son los intérpretes que traducen esas creaciones al lenguaje del mercado y los consumidores"
Como formadora en el apasionante mundo de la perfumería, he dedicado gran parte de mi vida profesional a un arte fascinante y poco conocido: la evaluación de fragancias.
El papel del evaluador de fragancias es crucial, pero a menudo pasa desapercibido. A lo largo de mi carrera, he visto de primera mano por qué son tan importantes y qué desafíos enfrentan las empresas sin ellos y voy a compartir parte de mi conocimiento en este artículo.
Imaginemos por un momento el escenario de una gran compañía cosmética. El departamento de marketing tiene una visión brillante para un nuevo perfume: fresco, juvenil y con un toque de sofisticación. Suena bien, ¿verdad? Pero ¿cómo se traduce eso en notas olfativas concretas? ¿Cómo se plasma esa visión en una fragancia que cautive a los consumidores? Ahí es donde entran en juego los evaluadores.
El lenguaje de los aromas es extenso y complejo. No basta con decir que algo huele a "fresco". ¿Es la frescura de un acorde cítrico? ¿O quizás de brisa marina? ¿O tal vez la frescura verde de un prado después de la lluvia? Cada matiz cuenta, y cada descripción puede llevar a una interpretación completamente diferente. Como dice Erika, una de mis alumnas, "Es interesante y complicado aprender el vocabulario para reconocer los olores". Y tiene toda la razón.
A lo largo de mi carrera, he visto cómo las empresas sin evaluadores competentes se enfrentan a varios problemas que pueden tener consecuencias significativas:
- Comunicación fallida: he presenciado casos donde el perfumista crea algo hermoso, pero totalmente desalineado con la visión de marketing. Un perfume que se diseñó como concepto "fresco y juvenil" pero termina siendo "intenso y clásico". El resultado es un producto que no encuentra su lugar en el mercado.
- Oportunidades perdidas: cuántas veces se han evaluado perfumes innovadores que han pasado desapercibidos simplemente porque nadie supo cómo describirlos adecuadamente. Parte del trabajo del evaluador es identificar y comunicar el potencial de una fragancia única.
- Productos mal posicionados: sin una comprensión profunda de las notas olfativas, he visto perfumes ser comercializados de manera errónea, perdiendo su público objetivo. Un perfume que podría ser perfecto para un público maduro y sofisticado puede fracasar si se presenta como una fragancia juvenil y desenfadada.
- Ineficiencia en el desarrollo: sin un "traductor" entre el laboratorio y el mercado, los ciclos de creación se alargan. Esto no solo supone un coste económico, sino también una pérdida de oportunidades en un mercado que se mueve rápidamente.
- Dificultades en la adaptación a tendencias: el mundo de la perfumería está en constante evolución. Sin un evaluador que pueda interpretar y anticipar tendencias, he visto empresas quedarse atrás en un mercado altamente competitivo.
Como siempre digo a mis alumnos, "Han de entender el significado de las notas olfativas de los perfumes y saber comunicarlo en el terreno del marketing, pero también para su aplicación en los diferentes soportes". Esta doble habilidad es lo que nos hace tan valiosos. Somos el puente entre el arte y la ciencia, entre la creatividad y el comercio.
Pero ¿cómo se forma un evaluador de fragancias?
Cuando comencé en esta industria, era un conocimiento que se adquiría principalmente con la experiencia, pasando años en la industria y aprendiendo de mentores. Sin embargo, la creciente demanda de estos profesionales me llevó a crear un programa especializado que busca acelerar y estructurar este proceso de aprendizaje. El Programa de Experto Evaluador en Perfumería de Sandir, es un ejemplo de esta tendencia hacia la formación. Durante 12 meses, los alumnos se sumergen en un viaje olfativo que abarca desde la historia del perfume hasta las últimas tendencias del mercado. Es un viaje que combina teoría y práctica, ciencia y arte, tradición e innovación y que fundamenta las bases para el conocimiento y el desarrollo de estos profesionales.
La democratización del conocimiento de los perfumes de la mano de influencers está teniendo un impacto significativo en la industria. Por un lado, está elevando el nivel de comprensión y apreciación de las fragancias entre los consumidores. Ya no basta con decir que un perfume huele bien; los consumidores cada vez más informados buscan entender las notas, la evolución del aroma, la historia detrás de cada fragancia.
Desafíos y oportunidades
Por otro lado, está abriendo nuevas oportunidades para la innovación. Con más personas capaces de "hablar el idioma" de los perfumes, surgen nuevas ideas, nuevas combinaciones y acordes, nuevas formas de pensar sobre los perfumes. Esto está llevando a una explosión de creatividad en el sector, con fragancias que de-safían las convenciones y exploran nuevos territorios olfativos.
En un mercado cada vez más competitivo, donde la diferenciación es clave, los evaluadores de fragancias se han convertido en un activo invaluable.
Son los guardianes de la calidad olfativa, los intérpretes de tendencias y los puentes entre la creatividad y la comercialización.
El trabajo del evaluador es asegurar que cada fragancia cuente una historia, evoque emociones y conecte con su público objetivo.
También juegan un papel crucial en la sostenibilidad del sector. Con una creciente conciencia sobre el impacto ambiental de los productos de consumo, los evaluadores estamos en una posición única para impulsar prácticas más sostenibles. Podemos ayudar a identificar alternativas más ecológicas a ciertos ingredientes, o a desarrollar fragancias que requieran menos recursos para su producción.
A medida que la industria de la belleza y el cuidado personal sigue creciendo, la demanda de estos profesionales solo puede aumentar. Para aquellos con un olfato agudo y una pasión por los aromas, el camino del evaluador de fragancias ofrece una carrera tan fascinante como prometedora.
El futuro del sector también plantea nuevos desafíos y oportunidades para los evaluadores. Quién sabe si la inteligencia artificial y el aprendizaje automático empezarán a jugar un papel en la creación de fragancias. ¿Podrá una máquina algún día reemplazar el olfato humano? Es poco probable, pero los evaluadores del futuro probablemente necesitarán combinar su experiencia olfativa con habilidades tecnológicas.
Otra área de crecimiento que me emociona es la intersección entre la perfumería y la salud. Cada vez hay más investigación sobre cómo los aromas pueden afectar nuestro bienestar físico y mental.
Los evaluadores podríamos jugar un papel importante en el desarrollo de "fragancias funcionales" diseñadas no solo para oler bien, sino para promover la relajación, mejorar la concentración o incluso ayudar con problemas de salud.
A menudo me pregunto, "¿Cómo puede ser que una industria tan potente no haya tenido formación?". Con iniciativas como el programa Sandir, esa brecha se está empezando a cerrar, abriendo las puertas a una nueva generación de expertos capaces de poner nombre a los aromas que dan forma a nuestro mundo olfativo.
El camino para convertirse en evaluador de fragancias no es fácil. Requiere desarrollar un sentido del olfato extraordinariamente agudo, adquirir un conocimiento profundo de la química de los aromas, y cultivar la capacidad de comunicar experiencias sensoriales complejas de manera clara y evocadora. Pero para aquellos que lo logran, las recompensas son enormes.
Imaginen pasar sus días rodeados de los aromas más exquisitos del mundo. Imaginen ser parte del proceso de crear una fragancia que se convertirá en el aroma característico de miles de personas. Imaginen tener el poder de evocar recuerdos, despertar emociones y dar forma a experiencias a través del sentido del olfato.
Eso es lo que hacemos los evaluadores de fragancias. Es un trabajo que combina ciencia y arte, análisis y creatividad, precisión y pasión. Es un trabajo que requiere una nariz excepcional, pero también un corazón y una mente abiertos a las infinitas posibilidades del mundo de los aromas.
A medida que el mundo se vuelve más consciente de la importancia de los sentidos en nuestra experiencia cotidiana, nuestro papel como evaluadores de fragancias solo puede volverse más crucial. Somos los guardianes de un lenguaje universal, un lenguaje que habla directamente a nuestras emociones y recuerdos más profundos.
En un mundo cada vez más digital y visual, los evaluadores de fragancias recordamos la riqueza y la profundidad del mundo olfativo que nos rodea. Invitamos a todos a cerrar los ojos, respirar profundamente y descubrir un universo de experiencias que a menudo pasamos por alto.
Así que la próxima vez que te detengas a oler una flor, o que elijas un perfume, o que disfrutes del aroma de tu crema favorita, piensa en nosotros, los evaluadores de fragancias. Somos los artistas invisibles detrás de esas experiencias, los traductores del lenguaje de los aromas, los custodios de un patrimonio olfativo que enriquece nuestras vidas de formas que apenas empezamos a comprender.